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La UJI es pionera en migrar a la nube y consolida así su liderazgo tecnológico

    La Universitat Jaume I es pionera una vez más en el ámbito de las nuevas tecnologías al ser la primera universidad en migrar el cálculo de gestión a la nube, una apuesta que consolida el liderazgo tecnológico del que ha hecho bandera desde sus inicios.

    La UJI ya apostó por la nube hace cinco años al trasladar el correo electrónico a Google, un proceso mediante el cual también se obtuvieron otros servicios online de la compañía como el almacenamiento de archivos, calendarios compartidos o creación de documentos. Finalmente, la universidad pública de Castellón ha dado el salto completo a esta tecnología con la contratación de servicios de cálculo en la nube, una decisión que ha permitido no sólo suprimir costes en equipamiento informático, que empezaba a quedarse obsoleto y requería de una inversión importante para su renovación, sino también ofrecer un valor añadido en muchos otros aspectos como la seguridad o la calidad del servicio.

    La migración se llevó a cabo de manera efectiva el pasado mes de abril después de un estudio exhaustivo de los proveedores del momento, en el que se optó por Amazon Web Services (AWS), y de un largo proceso de trabajo de un año en el que se ha tenido que actualizar y adaptar toda la pila tecnológica existente para que funcione en la nube, lo cual ha revertido a su vez en una mejora y estandarización del software y los procesos.

    Ahora que el proceso inicial de migración se ha realizado con éxito, es necesario realizar un seguimiento para evaluar el consumo y determinar qué parte del sistema es rentable mantener en la nube. De momento, los datos son positivos y entran dentro de las previsiones pero en los próximos meses se evaluará el rendimiento y se tratará de optimizar al máximo el sistema.

    Ventajas de la migración

    Las ventajas del cambio han sido numerosas aparte de la reducción de costes y la estandarización tecnológica. En primer lugar, la seguridad es mucho mayor tanto en protección de la información como en la calidad de la prestación del servicio, dado el alto nivel de seguridad de una empresa con el prestigio de Amazon Web Services y la atención ininterrumpida que ofrece frente a cualquier problema técnico.

    Así mismo, la externalización de este servicio, que sería comparable a la contratación de la energía eléctrica, permite la ampliación de la capacidad de cálculo para momentos puntuales según las necesidades, algo que sería imposible realizar con una provisión de máquinas propias. En esta línea, el software y hardware también está continuamente actualizado, puesto que corre de cuenta de la empresa proveedora, evitando así esa inversión por parte de la institución y aprovechando al mismo tiempo la bajada de precios que se produce habitualmente en el sector.

    Por otra parte, el proceso ha permitido una formación en competencias del personal que ha actualizado así sus habilidades. En este sentido, también se producirá una redefinición de las actividades del personal del Servicio de Informática, que ofrecerá un mayor valor dedicándose en mayor medida a proyectos de ingeniería frente a las labores de mantenimiento que eran necesarias hasta el momento. Además, todo el conocimiento que se ha generado con el proceso de migración se transferirá a la comunidad universitaria, especialmente al estudiantado, puesto que son perfiles muy demandados actualmente y con un alto valor en el mercado.

    Cabe destacar que, en esta línea de transferencia del conocimiento, la UJI también ha continuado con su apuesta por el software libre publicando de forma abierta todo lo que se ha desarrollado para la migración en GitHub, la plataforma por excelencia de los programadores para compartir código.

    Líneas de futuro

    La Universitat Jaume I también tiene previsto llevar a cabo otras iniciativas tecnológicas como la virtualización de escritorios. Con la virtualización, ordenadores con recursos más limitados hacen de «cliente ligero», en otras palabras, realizan una función de pantalla, ofreciendo al usuario las mismas prestaciones que uno más potente, puesto que el cálculo, el dibujado y el acceso a datos se realiza en un ordenador central. De esta manera, se reducen las tareas de gestión y mantenimiento dado que facilita, por ejemplo, instalar software o cambiar una versión del sistema operativo masivamente de forma instantánea. Este sistema también facilitaría la opción del teletrabajo ya que permitiría acceder a las herramientas de gestión de forma deslocalizada, una idea que también se podría aplicar al profesorado y estudiantado para que tuvieran todo el software que necesitan desde cualquier lugar.

    Además, otra de las tendencias en las que la UJI quiere posicionarse con un estilo claro es «open data», es decir, abrir al consumo los datos que no estén protegidos de manera que la transparencia sea completa, ofreciendo la fuente directa del dato sin procesarlo. Así, se puede generar un ecosistema de programadores y aplicaciones todavía mayor ya que, por ejemplo, favorece que el estudiantado realice proyectos de aplicaciones móviles o web explotando esos datos.

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