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Colomer considera "infame que la Generalitat malgaste 35 millones en publicidad para el Aeropuerto de Castelló cuando debe más de 800.000 euros a Afanías"

  • El portavoz socialista, Francesc Colomer, ha criticado duramente que los impagos de la conselleria de Bienestar Social han provocado que los familiares de las personas discapacitadas tengan que avalar con sus propiedades un préstamo bancario

El secretario general provincial del PSPV-PSOE y portavoz socialista en la Diputación de Castelló, Francesc Colomer, califica de ‘hecho terrible e insólito’ que sean los propios voluntarios y familiares de las personas con discapacidad de la asociación Afanias quienes “tengan que avalar con su patrimonio un préstamo bancario porque su situación económica es límite”. Para Colomer, “es indecente que la asociación haya tenido que llegar a este extremo para poder seguir adelante, ya que los impagos de la conselleria de Bienestar Social con este colectivo, más de 800.000 euros en concepto de subvenciones y ayudas algunas de este año, todavía no han sido abonados”. El portavoz socialista en la Diputación ha resaltado que "se ha llegado a un punto de decadencia que no se puede permitir por más tiempo y que requiere de una reacción inmediata”.

En este sentido, el secretario general provincial del PSPV ha incidido en que “con mucho menos de lo que ha costado, ya no la infraestructura, sino la publicidad ruinosa que el PP ha malgastado en el aeropuerto de Castelló sin aviones ni pasajeros, se podría saldar esta indecorosa deuda”. Al tiempo que ha asegurado que “este hecho pone de manifiesto que el orden de prioridades y de preferencias de este Gobierno Autonómico ha sido absolutamente infame”.

Colomer ha insistido en que “las elevadas deudas que Bienestar Social mantiene con las distintas asociaciones y colectivos de personas con discapacidad de la provincia de Castelló, están provocando reducciones de plantilla y amenaza, incluso, con el cierre de las mismas”. “Estas entidades están al límite de sus posibilidades económicas y ya no saben de dónde conseguir dinero para mantener los centros abiertos”, lamenta Colomer.

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