Compromís hace público el informe de Mott MacDonald para el aeropuerto: "90.000 € de dinero público tirado a la basura"
El Consell por fin ha aportado a Compromís el famoso informe de Mott Macdonal en el cual se basaron los primeros cálculos que marcaban el umbral de la rentabilidad del aeropuerto en 600.000 pasajeros al año, y que valió para acordar con Concesiones Aeroportuarias las cláusulas del contrato por el cual el Consell se comprometía a pagar a la concesionaria 6 euros por cada pasajero que no llegara a los 600.000 (cantidad astronómica que muy pocos aeropuerto del Estado llegan, a pesar de ser deficitarios)
En mayo de 2012, desde Aerocas, sin aportar ningún estudio ni informe, anuncian que según sus nuevos cálculos, el aeropuerto ya sería rentable con 250.000 pasajeros al año; según los propios datos de AENA sobre el uso de los aeropuertos del Estado durante 2011, donde de los 49 cifrados, sólo 28 superan los 600.000, y 31 los 250.000.
Aquel curioso estudio de Mott MacDonald tuvo su origen en un contrato que subscribió Sociedad Parcos Temáticos de la CV (SPTCV) con el Banco Santander, para hacerles de asistencia técnica y asesoramiento para buscar socios y financiadores del aeropuerto, y pide la empresa pública al banco contratar los servicios especializados externos, y se contrata a la consultora norte americana, y este informe costó 89.642,77, pagados obviamente por el erario público, en marzo de 2003.
En la novación del contrato entre Aerocas y CONAER en marzo de 2011, obvian ya este informe y renegocian una situación más ventajosa para la concesionaria olvidando los 600.000 pasajeros y los 6 euros por cada uno que no llegara.
El coportavoz de Compromís en las comarcas de Castelló, Carles Mulet, ha expuesto hoy que el estudio ahora facilitado, consta de 31 páginas, y contiene datos irreales como son las previsiones de vuelos donde ya pone en 2006 un cálculo total de 594.624 pasajeros, o 930.565 en 2010, “el resto, son datos de población comparativa entre las tres provincias valencianas, consideraciones genéricas sobre los tipos de vuelos y cálculos abstractos sin ningún fundamento, que hacen muy difícil creer que un estudio de un estudiante de primero de carrera como este, pueda valer 90.000 euros”.
Para Mulet “todo el castillo de naipes que fueron los cálculos irreales del aeropuerto se basaron en un estudio sin pies ni cabeza, sin ningún dato contrastable y fiable, nos vendieron este estudio como un trabajo serio, sobre el terreno y que era poco más que sagrado para hacer contratos vinculados con empresas privadas; por después, a los pocos años ser la propia administración quien lo obvia, y a fecha de hoy, 10 años después, resultar falso al 100% en todas las previsiones hechas”.
