Las ayudas que la Diputación ha dado a Esperanza sin Fronteras están “auditadas por los servicios jurídicos”
Todas fueron aprobadas con informe favorable, por unanimidad y “están a disposición de los grupos políticos”
Las ayudas que la institución provincial ha concedido en los últimos años a la oenegé “Esperanza sin Fronteras” se encuentran totalmente justificadas, auditadas con las correspondientes facturas y aprobadas por unanimidad en las comisiones de Presidencia. Así lo ha confirmado la vicepresidenta de Asuntos Sociales, Esther Pallardó, tras solicitar el presidente provincial, Javier Moliner, un informe urgente a Intervención sobre las ayudas a la oenegé tras su supuesta implicación en la trama de fraude en las ayudas de cooperación, tras la finalización del pleno de ayer.
El presidente provincial ha querido dar respuesta inmediata y máxima transparencia a la petición del portavoz del BLOC en la Diputación, Enric Nomdedéu, quien ayer solicitó en el pleno la revisión de los convenios y actuaciones que la institución provincial mantenía con esta oenegé.
La vicepresidenta de Asuntos Sociales, Esther Pallardó, ha destacado que “tenemos justificados todos y cada uno de los pagos que ha recibido Esperanza sin Fronteras, la mayoría de ellas a través de procedimientos de pública concurrencia y aprobadas por unanimidad. Una documentación que pongo a disposición de cualquier grupo político que lo desee. Hasta el último euro está auditado, con sus correspondientes facturas”. Solo falta por pagar la factura correspondiente a 2011 porque aún no ha sido justificada ante Intervención, aunque se encuentra dentro de plazo.
Pallardó ha recordado que “en la actualidad la institución provincial colabora con cerca de 30 oenegés. No debemos permitir que una investigación judicial manche nuestra ejemplar labor de cooperación internacional. Entre ellas EDC Natura-Fundación Omacha, ANIUKCAS, Médicos Mundi, Fundación Vicente Ferrer o SMARA son algunos de los protagonistas de esta importante partida presupuestaria”.
Desde 2001, la Diputación de Castellón forma parte del Comité Permanente de Ayuda Humanitaria y de Emergencia de la Comunitat Valenciana, un organismo que ha intervenido en las principales catástrofes de los últimos años. El objetivo de la práctica totalidad de los proyectos es intervenir en las zonas afectadas y dotar a sus moradores de recursos e infraestructuras para mejorar su esperanza y calidad de vida.
Tras el Tsunami de 2004, la institución provincial se puso en contacto con este organismo para gestionar la ayuda a los afectados. Nacía así el proyecto de construcción de una escuela-dormitorio en el sur de Tailandia, bajo la coordinación de “Esperanza sin Fronteras”.
El 26 de diciembre de 2005, primer aniversario del tsunami, fue inaugurado el centro gracias a la solidaridad de la población de la provincia de Castellón y al esfuerzo del voluntariado de la oenegé. El centro cuenta con dos aulas, dos dormitorios (con 25 camas cada uno), cocina, comedor, una sala de atención psicológica, dos servicios, un gimnasio y patio de recreo.
Dando continuidad a este proyecto, un año más tarde Esperanza Sin Fronteras inauguró su segundo centro: El Pilar. Un espacio con más de 1.000 metros cuadrados de superficie también destinado a niños y familias damnificadas por la catástrofe. En la actualidad la residencia atiende a 160 niños y niñas integrados en familias de acogida.
En 2010, la Diputación aportó 20.000 euros al proyecto de desarrollo agrícola “Suphawadi Center”, en el sur de Tailandia; con 240 niños y 20 familias residentes como beneficiarios directos y 500 familias de acogida como beneficiarios indirectos. Con un coste económico total de 80.000 euros, dicho proyecto ha activado el cultivo de arroz en una superficie de 8.000 metros cuadrados, recolectando anualmente un total de 18.000 kilos de arroz. Dicha producción se encuentra destinada a los centros de ESF en Tailandia y a su venta como comercio justo.
