El grupo para mejorar los servicios de la Diputación a los ayuntamientos comenzará a trabajar en enero

El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, ha anunciado que quiere tener en marcha durante la primera quincena de enero el grupo de trabajo que se encargará de agilizar la coordinación entre la institución provincial y los ayuntamientos castellonenses para mejorar los servicios que les presta. Este fue uno de los principales compromisos que asumió Moliner en la cumbre de alcaldes celebrada el lunes en Cabanes y a la que acudieron más de un centenar de responsables municipales de toda la provincia.

En su ambición por lograr la máxima eficiencia en el menor plazo posible, Moliner ha anunciado que “quiero que la representación de políticos en este equipo de trabajo no sea tan importante como la de los propios técnicos de la Diputación y los ayuntamientos, que son los que van a tener que hacer funcionar realmente esta resintonización de las administraciones”. A lo largo del mes de diciembre se decidirá la composición de este equipo de trabajo que deberá reunirse ya en enero.

Hay que recordar que el presidente de la Diputación lanzó esta propuesta después de escuchar a los alcaldes de la mesa redonda que moderó el diputado Mario García. Y lo hizo, también, tras asegurar que “ha pasado ya la época de ver a la Diputación como un mero repartidor de subvenciones. Hay que dar un paso más y pasar de ser el ayuntamiento de ayuntamiento a convertirnos en el gestor de gestores”, algo que aprobaron los cerca de 90 alcaldes presentes en la cumbre de Cabanes.

Moliner reflexionaba ayer sobre la reunión, de la que dijo que debía salir el ‘Espíritu de Cabanes’, asegurando que “quiero transmitir un mensaje muy contundente de que no voy a flaquear en mi responsabilidad de hacer la Diputación mucho más útil para los ayuntamientos”.

Así, el presidente de la Diputación de Castellón anuncia que “quiero que en este grupo de trabajo, los alcaldes y los técnicos municipales nos trasladen que más podemos hacer por ellos en lo que a servicios se refiere. No tengo ninguna duda de que las diputaciones son una administración esencial, pero debemos rediseñarnos y potenciar nuestro trabajo en aquellos espacios en los que podamos ser más útiles”.

El presidente de la Diputación también propuso incluir a las mancomunidades en este debate de optimización de recursos por parte de las administraciones públicas, “que en mucho casos son como una quinta administración que genera unos costes asumiendo competencias que pueden prestar otras instituciones”, explicó ayer.

Una tercera propuesta de Javier Moliner fue la convocatoria de una cumbre en la que las tres diputaciones autonómicas y la Generalitat “analicen las funciones que cumplimos cada una de las administraciones, redefinir las competencias y primar los servicios que pueda desarrollar mejor cada una, evitando las duplicidades. Tenemos un cometido cooperativo, no competitivo”, aseguró.

Javier Moliner tienen muy claro que “la Diputación no sólo apuesta por la extensión de la cobertura y uso de los servicios y prestaciones que ofrece, sino por la calidad en los mismos y en su gestión pública vinculándose a la adaptación de las necesidades de los ayuntamientos, el territorio y la población; la gestión con eficiencia y la transparencia en la comunicación”.

Como dijo el presidente en el comienzo de su alocución en Cabanes: “Este es solo el punto de partida”.