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Sergio García esta vez no falló y dio el gran salto

    Seve Ballesteros y Chema Olazábal han insistido siempre en un único argumento sobre el futuro de Sergio García y los torneos de Grand Slam, basado en que algún día el castellonense ganaría uno de ellos. El The Players no forma parte de estos cuatro títulos, pero su prestigio y dificultad le han otorgado el sobrenombre del "Quinto Grande".

    A García le llegó la hora, a los 28 años, vaticinada por los dos únicos golfistas españoles que saben lo que es ganar un título de Grand Slam, en realidad más de uno en ambos casos.

    El jugador nacido en Borriol ha logrado dar el salto de grandeza para entrar en el selecto grupo de golfistas que adquieren importancia por los trofeos que atesoran, lo que le acerca a un solo peldaño de Masters, Open Británico, Open USA y US PGA, los citados cuatro "Grandes".

    Sergio García ya no podrá ser el niño prodigio del golf mundial, donde algunos querían transportarlo embutidos en un mundo tan competitivo que esta cuestión parece ser la única que vende. Su precocidad se apagó con los años, la madurez le borró el apodo de "El Niño" y así, con calma y amargas experiencias en el subconsciente, Sergio no ha fallado esta vez, aunque Tiger Woods, el mejor del planeta, se ausentara por su convalecencia de una artroscopia en la rodilla.

    La victoria en The Players borra la amarga derrota en el último Open Británico de Carnoustie, hace diez meses. En este nuevo desempate, en el TPC de Sawgrass (Florida), la suerte cayó del lado español. El 'putt' decisivo en el hoyo 18, similar a aquel nefasto de Carnoustie, sí entró en Sawgrass, forzó el desempate y en el "green" en isla del hoyo 17 García machacó al veterano estadounidense Paul Goydos.

    Tan significativos fueron el beso que García le dio a la cara de su "putt" en la isla del hoyo 17 como las lágrimas que no pudo evitar cuando le transportaban en coche de golf hacia el estrado para recibir su trofeo ganado a pulso y después de cuatro días de intenso trabajo.

    Desde que el castellonense admitió en el mes de enero que su problema era verdaderamente el 'putt', lo que, por otra parte, ya cantaban las estadísticas, y se puso en manos de un "gurú" del juego corto, el estadounidense Stan Utley, el éxito no ha tardado en llegar.

    Reconocer las debilidades para hacerse fuerte. Ese ha sido el secreto intrínseco en la mente de García. Lo demás, trabajo incansable en la cancha de prácticas y en el 'putting green'.

    García estaba programado para tomar el relevo a comienzos del siglo XXI de Ballesteros y Olazábal. Ningún otro golfista en España está capacitado en la actualidad para llegar a lo más alto en este singular y complicado deporte, en donde la igualdad que se vive por debajo de Tiger Woods y el dominio casi absoluto de este último convierten cada victoria, como la obtenida por Sergio García, en una verdadera heroicidad.

    El destino ha tomado forma, y el golf español está de enhorabuena. Nadie de otra generación por delante o por detrás de García podría traerse para España semejantes trofeos, como el valiosísimo The Players y su premio añadido (1.710.000 dólares), el mayor de cuantos se disputan en territorio estadounidense, un cheque mayor incluso que el de cualquiera de los cuatro "Grandes".

    Han transcurrido 21 años desde el último triunfo de un europeo en este torneo (el irlandés Sandy Lyle, 1987), cuyo palmarés inauguró nada menos que Jack Nicklaus en 1974.

    "Le doy las gracias a Tiger Woods por no haber venido", bromeó Sergio García tras recibir el trofeo de cristal para el campeón del The Players de manos del estadounidense Phil Mickelson, el número dos del mundo y último campeón del torneo.

    En el día de la madre en los Estados Unidos, Sergio no dudó un instante en dedicarle el triunfo a la suya, a su familia y a su 'caddie', Glenn Murray, también en esta ocasión parte importante de la victoria histórica para el golf español y que acaba con su prolongada sequía de triunfos, que duraba casi tres años, y que le sitúa en el décimo puesto de la clasificación mundial.

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