Isonomia con las mujeres rurales en su día, 15 de octubre
El 15 de octubre, con motivo del Día Internacional de las mujeres rurales, la Fundación Isonomia quiere recordar a las mujeres que viven en los medios rurales.
La cifra de mujeres rurales, en su mayoría agricultoras, es de más de 1.6 billones, más de un cuarto de la población mundial. Sin embargo, sólo tienen la propiedad del 2 % de la tierra y reciben sólo el 1 por ciento de créditos destinados a la agricultura.
En España, la reciente aprobación de la Ley 35/2011, de 4 de octubre, sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias, que entrará en vigor el 4 de enero de 2012, quiere poner fin a la invisibilidad del trabajo de las mujeres en las explotaciones agrarias, considerado como ayuda familiar, y las dificultades que ello supone para el acceso al crédito y otros beneficios, al estar éstos vinculados a la titularidad de explotaciones y no a la propiedad de la tierra.
Estas mujeres, en ocasiones olvidadas, han desarrollado diferentes funciones que apenas han sido reconocidas. A su papel de amas de casa han añadido su labor en las faenas agrícolas trabajando largas horas en el campo que completaban con todas las tareas domésticas, sin ninguna remuneración económica y sin cotización al Régimen Especial Agrario con la repercusión que ello supone a la hora de percibir la prestación por jubilación, por ejemplo. Su inestimable función social, manteniendo la unidad familiar en el entorno rural, asumiendo las responsabilidades de atención familiar -personas mayores, familiares con enfermedad y criaturas- en núcleos rurales sin servicios de proximidad (guarderías, centros de día, residencias…)-, han impedido que pudieran tener un proyecto de vida propio.
Asimismo, han manteniendo y asegurado, en muchos casos, la transmisión oral de la cultura y la conservación del patrimonio de los núcleos rurales, sin olvidar el papel indispensable en la conservación y transmisión del patrimonio gastronómico de nuestros pueblos (función cultural), y han sido fundamentales como gestoras medioambientales pues, junto al desarrollo de su función productiva, además de preocuparse del salvaguardo de lugares y parajes de su entorno, han gestionado el espacio rural, han mantenido vivo el paisaje y han conservado los recursos naturales.
