El grupo socialista afirma que el discurso de Moliner pone en evidencia su credibilidad a la hora de resolver el escándalo de la depuradora de Borriol
El grupo socialista en la Diputación de Castelló ha afirmado que la intervención de hoy durante el pleno del presidente de la Institución Provincial, Javier Moliner, pone en evidencia su credibilidad a la hora de resolver los escándalos donde se han visto envueltos diputados de entidad provincial. Para los socialistas, la intervención del presidente no ha convencido a nadie ya que se ha tratado de discurso enlatado, con las respuestas preparadas y con evasivas sobre la ética política, es decir, todo un cúmulo de circunloquios verbales para autoexculparse políticamente de unos hechos claramente censurables en la vida política como era el mecanismo de compensación para que los consistorios compraran las entradas para la corrida de la Beneficencia y que los terrenos donde se iba a instalar la depuradora de Borriol fueran propiedad del vicepresidente primero de la diputación. Según el grupo socialista, de nada ha servido que Javier Moliner haya pretendido hacer creer a los diputados de esta entidad, que a la hora de ser conocedor de la tentativa de las irregularidades del diputado Francisco Martínez sobre la depuradora, tomase la decisión de cesarlo como vicepresidente con carácter inmediato. Pero por otra parte, Moliner le ‘premia’ con una dedicación exclusiva y sin ninguna competencia por la que va a cobrar 40.000 euros por no hacer nada. ¿De qué ha servido el cese?, se preguntan los socialistas.
Asimismo, los socialistas han calificado de ‘inverosímil’ los más de veinte minutos del discurso de Moliner tratando de acogerse a documentos oficiales para dar a entender a la corporación provincial que todo un presidente de la Diputación y del PP de Castelló desconocía los movimientos de dos de sus diputados provinciales en torno a la construcción de la depuradora de Borriol. Además, el grupo socialista ha señalado lleva más de seis meses preguntando en comisión, por escrito y también en sesión plenaria diversas cuestiones sobre todos los asuntos que han surgido este mes sobre la figura de Martínez. Por ello, a los socialistas les causa extrañeza que todas estas preguntas no hubiesen despertado ninguna curiosidad en el presidente o en el equipo de gobierno sobre las malas prácticas que podían estar llevándose a cabo.
En esta línea, cabe destacar que el expediente inicial data del año 2005 y que ha sido objeto de debate continuado en el municipio de Borriol por parte de la oposición en el Ayuntamiento.
Con todos estos indicios, cuesta entender que el presidente Moliner haya permanecido al margen de los hechos y que su decisión de cesar a Martínez como vicepresidente se produciese en tan poco tiempo, como ha asegurado esta mañana en su comparecencia. Un cese que se produce y hace público, casualmente, a días escasos de la imputación de Francisco Martínez y de Carlos Fabra por la venta de las entradas para la corrida de la Beneficencia.
Por todos estos motivos, el grupo socialista en la diputación cuestiona la línea roja de Moliner contra la corrupción, ya que le debería haber pedido a Martínez que entregara su acta como diputado provincial y que dimitiese como alcalde de Vall d’Alba, al tiempo que le preguntan a Moliner por qué solo se exige ética en la vida pública a los vicepresidentes y no al resto de cargos públicos, como pueda ser el cargo de diputado o de alcalde, que todavía ostenta Martínez.
