El ermitaño del Santuario de la Balma se ha "encerrado" hoy en la ermita en protesta por el "incumplimiento" de las obras de restauración
La administración autonómica se comprometió a indemnizar al responsable del ermitorio por los perjuicios de las obras.
Barberá denuncia que le adeudan más de 37.000 euros y los retrasos del proyecto que debía estar finalizado hace más de medio año, cuando las previsiones son que aún se retrasará otros 12 meses.
Desde diciembre de 2007 el santuario está cerrado al público, tanto el ermitorio como el bar-restaurante y sus dependencias.
Las obras del Santuario de La Balma comenzaban en el mes de agosto de 2007, hace ahora 17 meses.
Según Barberán, "ahora se prevé que se alarguen otros 12 meses más, como mínimo, cuando el proyecto y previsión inicial era que debían terminarse en 10 meses".
Barberán se vio obligado a abandonar en el mes de enero de 2008 el Santuario y el establecimiento de bar-restaurante que regentaba ante el requerimiento de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano de la Generalitat Valenciana "comprometiéndose a que, en todo caso, en tres meses se le indemnizarían por los daños y perjuicios ocasionados por tal cierre "provisional", y que en pocos meses más todo estaría en funcionamiento de nuevo", según un comunicado que ha hecho público José Barberán.
Del restaurante, regentado por él durante más de nueve años, vivía toda su familia.
"A fecha de hoy, más de un año después, la Generalitat Valenciana aún no ha pagado cantidad alguna por todos esos perjuicios al inquilino y ermitaño", inciden los afectados, que cifran la deuda en más de 37.000 euros, "conforme fue reconocido por la propia Subsecretaria de la Conselleria de Cultura y Deporte".
El ermitaño e inquilino ha realizado diversas peticiones a la Directora General de Patrimonio Cultural Valenciano, Paz Olmos, para que se cuantificaran los daños y perjuicios y éstos se le abonarán, "tal y como la Directora General se comprometió a inicios del año 2008".
"Hace escasamente un mes la Directora General ni siquiera quiso recibir a Barberán en su última visita a Castellón", añade el comunicado.
Durante estos últimos ocho años, aparte del Santuario como tal, la oferta turística y gastronómica que efectuaba José Barberán "era un polo de atracción para visitantes y turistas y una oferta de calidad muy valorada en la población de Zorita y en todas las Comarcas de Els Ports y Maestrat".
Los afectados consideran que "el cierre de todo ello parece que va a continuar de forma indefinida, ya que la Generalitat no concreta ni da una respuesta clara respecto a cuando podrá volverse a visitar el Santuario o cuándo podremos reintegrarnos en el establecimiento y continuar con nuestra actividad profesional".
El restaurador y la Conselleria de Cultura, según José Barberá, firmaron en su día una indemnización por "lucro cesante", por los perjuicios de abandonar el local con motivo de las obras.
El acuerdo obligaba al departamento de cultura a abonar lo correspondiente a 10 meses de trabajo del restaurador, tiempo previsto de las obras, con unos 49.000 euros, que debía comenzar a cobrar a partir del mes de marzo del pasado año. Hasta el momento Barberá no ha recibido ni un euro, según denuncia.
