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La Diputación reduce su deuda en casi 16 millones de euros en apenas 11 meses tras pagar esta semana 3,5 millones

La Diputación reduce su deuda en casi 16 millones de euros en apenas 11 meses tras pagar esta semana 3,5 millones
  • La buena gestión le ha permitido bajar de 140 millones en julio a 124 millones este mes y a una previsión de cerrar 2012 con 110 millones

La Diputación de Castellón afrontó ayer su mayor amortización ordinaria de deuda con entidades financieras, lo que le ha permitido reducir ya la deuda global en 9,5 millones de euros en lo que va de año. Este esfuerzo de contención del gasto para asumir sin demora los objetivos de control establecidos por el Gobierno ha posibilitado que la institución provincial haya reducido su deuda en casi 16 millones de euros desde el 31 de julio pasado, pasando de 140 millones de euros entonces a 124 millones hoy en día.

Hay que tener en cuenta que, cada trimestre, se vienen realizando las amortizaciones de los préstamos suscritos con una decena de entidades financieras. En junio, en concreto, se ha procedido a pagar 2,7 millones de euros por este concepto, lo que supone la mayor amortización ordinaria de la Diputación.

Además de esta amortización, la Diputación también ha pagado 675.683 euros al Gobierno para compensar sus errores en la financiación de 2008 y 2009. Precisamente, esta mala previsión del Estado aquellos años es lo que ha elevado de sobremanera la deuda de la Diputación, ya que tiene que devolverle 40 millones de euros que se invirtieron en la provincia.

“Los objetivos económicos de la legislatura vienen cumpliéndose con precisión milimétrica, y esta semana hemos dado un paso más en esa dirección”, ha asegurado Miguel Barrachina, vicepresidente y responsable de Hacienda y Contratación en la Diputación.

Los datos demuestran el esfuerzo que se está haciendo en gestión económica, consigna que dio Javier Moliner desde el mismo día en el que asumió la presidencia de la institución provincial. Así, la deuda de 139.995.608 euros a 31 de julio de 2011 se rebajó a 133.695.215 euros el 31 de diciembre, y hoy ya ha menguado hasta 124.283762 euros.

Sin embargo, esta línea, lejos de conformar al equipo de gobierno de la Diputación, se va a seguir potenciando, hasta el punto de que la previsión es cerrar el año con una deuda de unos 110 millones de euros, con la devolución de otros 14 millones de euros en el segundo semestre del año 2012.

De los 140 millones de euros que ha llegado a deber la Diputación hace menos de un año, hay que tener en cuenta que eran unos 100 con entidades financieras y otros 40 millones con el Estado, 31 de los cuales, correspondientes a sobrepagos del Gobierno en 2009, se computaron como deuda el pasado mes de julio.

La gestión que está llevando a cabo la Diputación no sólo le está permitiendo acometer sus compromisos en los plazos previstos, sino que además está anticipando devoluciones, como ya hizo el pasado noviembre, con 1.6 millones. Y como está previsto, también, realizar a final de este ejercicio, con una cuantía en el entorno de los 10 millones de euros.

“De esta forma, al acabar este año, la deuda total estará en 110 millones de euros, habremos devuelto ya 30 millones –unos 20 millones a los bancos y más de 10 millones al Gobierno- y, todo ello, solicitando cero prestamos en año y medio”, ha explicado Barrachina.

Las claves que ha fijado Moliner en la Diputación, en materia económica son:

- Máxima solvencia, a través de una elevada disponibilidad en tesorería, que permita realizar pagos a ayuntamientos y a los 620 empleados de la Diputación con la máxima rapidez. Esta semana no sólo se ha hecho frente a la amortización de los créditos, sino que se han hecho efectivas todas las nóminas, incluida la extra, y otros pagos por un importe superior a los seis millones de euros.

- Morososidad cero con proveedores, como se demostró con las certificación de cero facturas pendientes en el plan de pago a proveedores.

- Máxima celeridad en todos los pagos. En el primer trimestre se ha reducido de 48 a 35 días el plazo medio de pago, y a solo 28 días en el pago de las inversiones, que suelen ser los montantes más elevados como las certificaciones de obra.

El vicepresidente y portavoz de la Diputación ha insistido en que “esto es posible por la reducción en los gastos en más de once millones de euros en este presupuesto, la supresión de gasto corriente -128 partidas corrientes flexibles cayeron un 55% de media-, la extinción o revisión de todos los contratos a la baja, la mengua de plantilla en veinte personas y la oferta de empleo público cero”.

“Y, además, actuar así tiene como resultado un menor pago en intereses, una altísima satisfacción entre proveedores y ayuntamientos y la disponibilidad completa de crédito bancario, que la Diputación sólo ha utilizado para ayudar a 75 ayuntamientos”, señala Miguel Barrachina. “La sociedad castellonense –ha aclarado- nos necesita solventes, ágiles, poco endeudados y eficaces en el pago, así sea con los 5.800 proveedores con los que nos relacionamos, como con los 135 ayuntamientos, que nos tienen disponibles con inmediatez y un grado de fiabilidad del 100%”.

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