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Arranca la segunda fase del proyecto Solconcer para mejorar la competitividad de la cerámica castellonense

Arranca la segunda fase del proyecto Solconcer para mejorar la competitividad de la cerámica castellonense
  • La iniciativa del IPC cuenta con poder generar en torno a 350 millones de euros más que ahora y recuperar 4.000 empleos

  • El objetivo de la Diputación es que esta herramienta informática sea reconocida por el Código Técnico de Edificación

El vicepresidente del Instituto de Promoción Cerámica (IPC) de la Diputación de Castellón, Vicent Sales, se ha reunido con el gerente de la división de construcción de Tecnalia, José Antonio Chica, para la coordinación del comienzo de la segunda fase del proyecto Solconcer que se realizará a finales del mes de agosto.

“Si conseguimos incorporar el material cerámico, con todas sus prestaciones y posibilidades, en el documento de referencia para la construcción, como es el CTE, estaremos dando al sector cerámico una herramienta que les permita obtener ventajas competitivas al sector para impulsar sus ventas y por ende su producción y recuperación económica”, ha explicado Sales.

Las dos partes han incidido en la premura de respetar los tiempos para que el proyecto comience a dar resultado lo antes posible. Esta gran apuesta de la Diputación Provincial para conseguir ampliar la demanda de cerámica de la provincia de Castellón cuenta con poder generar en torno a 350 millones de euros más que ahora y recuperar 4.000 empleos.

Durante este último año el IPC ha incidido en todos aquellos aspectos que puedan suponer un beneficio clave a la industria cerámica de la provincia. La última acción llevada a cabo ha sido la iniciación de contactos con el Ministerio de Fomento el proceso de solicitud para realizar una revisión del Código Técnico de la Edificación, de manera que se reconozca el material cerámico en el ámbito de la construcción para priorizar y revalorizar su utilización.

Desde la Diputación de Castellón se sigue trabajado en varios frentes para posibilitar esta reforma de la norma de la edificación, y darle así a la cerámica un valor distintivo con respecto a otros materiales. Como ha explicado Sales, “el camino lo iniciamos con el proyecto Solconcer, que tiene como objetivo crear una herramienta valorativa que permita a arquitectos, ingenieros, aparejadores y cualquier tipo de técnicos que necesiten evaluar la mejor solución constructiva para su proyecto”.

Esta herramienta cataloga la cerámica en tres vertientes: eficiencia energética y ambiental; en cuanto a sus prestaciones de uso; y el grado de industrialización del producto. "Solconcer quiere ofrecerse para facilitar la elección de la solución constructiva más adecuada, priorizando el consumo de la cerámica", ha apuntado el diputado provincial.

Cuando esta herramienta esté desarrollada, el objetivo de la Diputación es que sea reconocida por el Código Técnico de la Edificación con el fin de lograr su homologación y conseguir ampliar su garantía y prestigio para extender su uso. En palabras de Sales, "eso significaría que Solconcer podría llegar a ser una de las plataformas de promoción de la cerámica más eficaz para el sector, porque llevaría las prestaciones de nuestro producto líder hasta los propios prescriptores y destinatarios finales de la cerámica”.

Mientras tanto, el camino para el reconocimiento de la cerámica ha arrancado ya con la suma de voluntades y una estrategia de trabajo. El presidente de la Diputación, Javier Moliner, se ha reunido recientemente con la consellera de infraestructuras, Isabel Bonig, y el presidente de ASCER, Joaquín Piñón, para recabar sus apoyos con tal de iniciar el proceso de solicitud que culmine en la revisión del CTE. Bonig mostró su voluntad de avalar esta acción y las primeras intervenciones culminaron con una reunión a tres bandas (Diputación, Conselleria y Ministerio), en la que se anunció el estudio de la propuesta de la institución castellonense.

Cabe destacar que el Código Técnico de la Edificación está pendiente en estos momentos de un proceso de revisión en el que se barajan varios aspectos que podrían beneficiar al sector cerámico. Por un lado, son numerosos los profesionales relacionados con la construcción que les reclaman el impulso de la normativa que fomente la rehabilitación de las viviendas, lo que supondría más trabajo y dinamización económica. La segunda propuesta que se encuentra encima de la mesa del Ministerio es la incorporación de las directrices europeas que obligarán, antes de 5 años, a consumir productos sostenibles en su fabricación y respuesta en la construcción. Este asunto también favorecería a la cerámica, puesto que sus procesos productivos y usos innovadores, como las fachadas ventiladas, están firmemente vinculadas a la sostenibilidad. Y la última vía de revisión pasa también porque el propio Código Técnico fomente las soluciones constructivas que sean eficientes energéticamente; aspecto que está liderando las investigaciones de nuevas aplicaciones y fabricación en el sector cerámico.

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