Los socialistas se oponen a la reforma local de Rajoy "por ser injusta y favorecer la privatización y deterioro de los servicios públicos"
Sagredo denuncia que la reforma local del PP es un ataque al bienestar de los ciudadanos y al municipalismo
Desde el PSPV advierten que el Anteproyecto de Reforma Local del Gobierno Central supone un desmantelamiento del sector público, un recorte de la financiación local y un grave riesgo para miles de empleos públicos
El portavoz socialista recuerda al alcalde Agustí y al concejal Palma que los Ayuntamientos y sus servicios públicos no tienen por qué ser rentables económicamente, sino útiles y eficaces socialmente
Los socialistas de Paterna han decidido llevar al pleno del próximo miércoles el debate del Anteproyecto de Reforma Local que inició la semana pasada el Gobierno Central y que afecta al funcionamiento de los ayuntamientos.
Para ello, el PSPV ha presentado hoy mismo una moción en la que destaca la importancia y utilidad del papel de los consistorios en la vida municipal de los pueblos y ciudades y alerta de las negativas consecuencias que la reforma de la administración local tendrá en los servicios al ciudadano e incluso en los empleos públicos.
Sobre la controvertida reforma, el portavoz socialista Juan Antonio Sagredo advierte que, “al anteponer la rentabilidad económica a la rentabilidad social, en el caso de Paterna se suprimirían todos aquellos servicios que no sean rentables como es el caso de las ayudas de dependencia o las becas de comedor escolar”.
En este sentido, Sagredo recuerda tanto al alcalde Lorenzo Agustí como al concejal de Hacienda Manuel Palma, ambos defensores de la privatización y externalización de servicios, que “la finalidad de un Ayuntamiento como administración local pública no es ser rentable económicamente, sino ser útil y eficaz socialmente”.
A este respecto, el dirigente socialista califica de ‘engaño’ esta propuesta de reforma ya que, “lejos de perseguir una disminución de liberaciones y sueldos de cargos políticos, encubre un recorte de la financiación local y, por tanto, de las acciones sociales que los ayuntamientos vienen prestando”.
“Esto significa – explica Sagredo – que se suprimirán servicios públicos, que los pocos que queden serán más caros y de peor calidad y que encima se necesitarán a menos trabajadores públicos para llevarlos a cabo. Y lo que es peor, que serán los ciudadanos los que acabarán sufriendo su deterioro y pagando su elevado coste”.