Pese a la crisis la solidaridad de Orihuela-Alicante no decae y se recaudan más de 162.000 euros para las misiones

Una vez más, las gentes de la Diócesis de Orihuela-Alicante han mostrado su solidaridad e implicación con las zonas más desfavorecidas. En concreto en 2010 las donaciones para ayudar a los misioneros que Orihuela-Alicante tiene esparcidos por todo el mundo han alcanzado la cifra de 162.193,52. Esta cuantía ha superado en más de 34.000 euros la colaboración del año anterior, el 2009, en el que se enviaron a las misiones 128.049 euros €, cifra a su vez que ya superó a los 96.156 euros aportados en 2008. Estos datos muestran que pese a la crisis española Orihuela-Alicante sigue siendo solidaria con los que más lo necesitan.

Con estos más de 162.000 euros aportados en 2010 desde las diferentes parroquias de la Diócesis se está dando respuesta a una quincena de proyectos concretos liderados por nuestros misioneros en diferentes países desfavorecidos. Este dinero está siendo destinado principalmente a proyectos de promoción humana. Buena muestra de ello son los 26.000 euros donados para la ampliación y dotación de maquinaria a un Centro Educativo Técnico Productivo (CETPRO), habilitado en Lima (Perú), y desde el que se ayuda a la promoción cultural y a la formación profesional de niños y jóvenes. También se está ayudando, con 15.000 euros, a la construcción de un área de servicios higiénicos para la Residencia de Ancianos de Casma (Perú). Por otra parte, la Residencia de Mujeres Gestantes de Recife (Brasil), el Hogar San Francisco de Asís de Cusco (Perú) o el Proyecto Hogar Nuevo Chimbote (Perú), son otros de los programas que están recibiendo, en esta ocasión, ayuda de la Diócesis de Orihuela-Alicante con las donaciones del 2010.

Pero este dinero también ha servido para cosas más mundanas, aunque no menos importantes, como la compra de un vehículo en Carabayllo (Perú), de una fotocopiadora en Cienfuegos (Cuba), la construcción de una cancha deportiva en Bluefields (Nicaragua) o para costear la formación en Butare (Ruanda) y Chimbote (Perú).

Estos datos se hacen públicos en el marco del Día del Misionero Diocesano que se celebra este domingo 8 de mayo y que en esta ocasión tiene por lema “Para seguir anunciando la Palabra que Salva”. Así se recuerda de un modo especial a los misioneros y misioneras que han nacido en esta tierra y que se encuentran en la actualidad esparcidos por el mundo prestando servicio a las comunidades más necesitadas.

También se pretende fundamentalmente dar a conocer el trabajo que están llevando en las zonas más necesitadas del mundo. En este sentido la labor de las parroquias y la colaboración de la gente desde la Diócesis está siendo vital para dar respuesta y ofrecer una valiosa ayuda económica a los proyectos humanitarios que están liderando.

Esta Jornada está organizada por la Fundación Diocesana “Misión y Promoción”, gracias a cuya labor se han enviado a las misiones más de medio millón de euros desde 2003, dinero que ha servido para promover más de medio centenar de proyectos solidarios.

NUESTROS MISIONEROS
La labor de los misioneros de nuestra Diócesis es excepcional ya que suman más de un centenar repartidos prácticamente por todo el mundo. Un 65% trabaja en diferentes países de América, destacando Perú, Puerto Rico, Venezuela y las zonas más conflictivas de USA. Por otro lado un 20% vive en África con presencia en 13 países. El 10% se encuentra dividido por Asia, concretamente en Filipinas, India y Japón y el 5% en Europa (Rumanía, España e Italia).

La mayor parte de los misioneros diocesanos son sacerdotes o religiosos y religiosas de alguna congregación. Pero también hay un 10% de laicos, como es el caso de Silvia Heredia que lleva varios años en Honduras o Juana Valverde, instalada en Perú.