Desafío para esta Semana Santa en la Comunitat Valenciana: ¿Te atreves a realizar una ruta de 7.000 escalones?
Un recorrido exigente pero fascinante para los más aventureros en uno de los mejores planes para estos días de vacaciones
Conocido como la “Catedral del Senderismo”, el Barranc de l’Infern se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para los amantes del senderismo durante la Semana Santa. Ubicado en el municipio de La Vall de Laguar, en la comarca de la Marina Alta, esta ruta circular de aproximadamente 14 kilómetros es famosa por su impresionante paisaje montañoso, sus espectaculares vistas al barranco que le da nombre y, sobre todo, por contar con más de 6.800 escalones de piedra que la convierten en un auténtico reto físico y mental.
Un recorrido exigente pero fascinante para los más aventureros
La ruta comienza y termina en el núcleo urbano de Fleix, uno de los tres pueblos que conforman La Vall de Laguar. A lo largo del trayecto, los senderistas atraviesan antiguos caminos moriscos empedrados, cruzan barrancos de gran profundidad y bordean acantilados escarpados que ofrecen una visión única del paisaje mediterráneo interior. Aunque no requiere experiencia técnica, sí es recomendable estar en buena forma física debido al continuo sube y baja que imponen los miles de escalones, construidos siglos atrás como parte de una red agrícola y de comunicación entre aldeas.
Una opción ideal para quienes buscan escapar de la rutina en Semana Santa
En plena Semana Santa, cuando la costa se llena de turistas y las ciudades se vuelcan en las procesiones, el Barranc de l’Infern aparece como una alternativa diferente: una jornada de senderismo en plena naturaleza, sin masificaciones y con la recompensa de una experiencia que permanece en la memoria. Muchos visitantes escogen estos días festivos para afrontar el reto y disfrutar del silencio de la montaña, del aire limpio y del patrimonio cultural que se conserva en cada piedra del camino.
Patrimonio natural y cultural entre cada peldaño
Además de su belleza natural, esta ruta es un testimonio del pasado agrícola y morisco de la zona. Los escalones fueron construidos para conectar antiguas terrazas de cultivo y facilitar el tránsito entre poblados antes de la llegada de las carreteras. Hoy, esos mismos caminos se conservan y ponen en valor como parte del atractivo turístico y cultural de la Comunitat Valenciana. El entorno del barranco también está lleno de flora autóctona, fuentes naturales y restos de construcciones tradicionales que aportan un valor añadido a la caminata.
Recomendaciones para afrontar la ruta con seguridad
Aunque la ruta está b y es circular, se recomienda iniciarla con calzado adecuado, ropa cómoda, abundante agua y algo de comida. También es importante evitar las horas centrales del día si se esperan altas temperaturas, así como consultar la previsión meteorológica antes de salir. Es preferible realizar el recorrido con luz solar suficiente, ya que la duración media puede superar las cinco horas.
El Barranc de l’Infiern se consolida como uno de los grandes planes de interior
Con más de 6.800 escalones que se reparten entre subidas y bajadas en un entorno agreste y espectacular, el Barranc de l’Infern se ha ganado a pulso su fama como uno de los rincones más mágicos de la geografía valenciana. Un reto para las piernas, un regalo para los sentidos y, sin duda, un plan diferente y memorable para esta Semana Santa.