Oropesa continúa su lucha contra las sombrillas fantasma

Encontrar un hueco vacío en las playas de Oropesa es prácticamente misión imposible. Como si de una carrera se tratara, la gente se agolpa en el paseo con toallas, sombrilla y hamaca en mano para poder entrar en la arena y ocupar su espacio, para después marcharse a hacer sus quehaceres y gestiones diarias.

Aunque esta problemática viene de largo, desde 2020 el Ayuntamiento de Oropesa está tratando de poner límite a esta práctica “egoísta e incívica”, en palabras de la alcaldesa, Araceli de Moya. Para ello, el verano pasado entró en vigor una ordenanza para que no se pueda reservar hueco en la playa antes de las 9 horas, para permitir que las máquinas y servicios de limpieza puedan actuar con normalidad.

Pese a que la gente ha respetado ese horario, el problema continúa dado que hay personas que dejan su hamaca y la sombrilla a mediodía y se van a casa para regresar más tarde.

Por ello, el consistorio ha modificado la ordenanza para que esta práctica pueda ser sancionable a cualquier hora del día. Así lo ha explicado de Moya.

Así pues, dejar reservado el espacio en las playas de Oropesa está sancionado con 300 euros y si se es reincidente la multa puede llegar a los 700 euros.

Se reduce la ocupación

Desde que la noticia saltó a la luz, con imágenes sorprendentes en las que una marea de personas corría por la arena para encontrar el mejor sitio en la playa, este tipo de prácticas ha ido decreciendo. Según la alcaldesa de Oropesa el martes en la playa de Morro de Gos se confiscaron una treintena de sombrillas y hamacas y esta mañana, en la playa de la Concha, el dispositivo policial ha requisado una menor cantidad de enseres.