El Palacio Sorzano de Tejada se queda pequeño en la inauguración de la exposición ‘Orihuela desde Siempre’ del oriolano Mario Gómez

El concejal de Cultura, Rafael Almagro, inauguraba este lunes la exposición ‘Orihuela desde Siempre’, del artista oriolano Mario Gómez, con la sala de exposiciones del Museo Fundación Pedrera Palacio Sorzano de Tejada repleta de público.

La encargada de presentar la exposición fue la hija del artista, Sara Gómez, quien dedicó unas palabras cargadas de emotividad haciendo un recorrido por la trayectoria del dibujante, pintor e investigador. “La intención de la muestra no es más, que los oriolanos puedan disfrutar de las obras que han supuesto tantos años de trabajo y que se han realizado con el máximo cariño hacia esta ciudad”, expresaba.

El objetivo de la temática de Mario Gómez es mostrar la belleza de la ciudad. “Pero esto lo hace a través de paisajes urbanos y edificaciones, religiosas o civiles. Algunas de ellas, actualmente pueden visitarse, pero otras ya no existen por diferentes motivos”, matizaba Sara Gómez.

Por su parte, Mario Gómez, reconoció que jamás se habría imaginado haciendo una exposición pero “aquí estoy muy feliz por haberlo hecho. Voy a estar aquí esta semana y cada día alrededor de las 12 de la mañana podré acompañar a las personas que quieran hacer una visita más detenida de la exposición donde podré contarles curiosidades y anécdotas”.

Finalmente, el concejal de Cultura, Rafael Almagro, resaltó la importancia de esta exposición “donde podemos ver el patrimonio oriolano, existente y perdido, plasmado con gran precisión”.

Orihuela desde Siempre (Visión histórico patrimonial de la exposición) por Leticia Pertegal

La exposición “Orihuela desde Siempre” es una gran muestra del patrimonio desaparecido y actual de nuestra ciudad. En ella encontramos obras de patrimonio religioso desaparecido y actual, arquitectura del ocio, panorámicas de la ciudad y una visión del urbanismo local del pasado y del presente.

Dentro del patrimonio religioso actual, encontramos la Ermita de Nuestra Señora de Monserrate de la calle arriba (en su estado de finales del siglo XIX), panorámica del Santuario de Nuestra Señora de Monserrate desde el Monte de San Miguel, una vista exterior de la Iglesia de Santas Justa y Rufina, el sobreclaustro de la Catedral y un rosetón de la puerta principal del mismo templo (vista interior y exterior), el claustro del Convento de Santo Domingo y la portada de la Iglesia de la Trinidad (según su estado en 1972).

Sin lugar a dudas, lo que hace especial a esta exposición son las imágenes que Mario nos proporciona sobre el patrimonio religioso desaparecido, como puede ser el altar mayor de Santas Justa y Rufina, desaparecido durante la Guerra Civil, la Ermita de la Virgen de la Salud de la Corredera, desparecida en la II República, con la finalidad de permitir el paso de camiones por dicha calle y el Convento de Capuchinos con Pórtico de San Antonio de Padua, desaparecido en la década de los 70, del siglo XX.

En el apartado de patrimonio civil actual, destacamos el Palacio de Rubalcava (según su estado en 1983), los conjuntos de Farola y Banco además del termómetro modernista de la Plaza Nueva, el Palacio de la Condesa de Vía Manuel en la calle mayor, el Palacio del Conde de la Granja, la casa Villaescusa y la calle López Pozas. También mencionar como arquitectura civil y de ocio el Casino Orcelitano y la plaza de Toros.

En el patrimonio civil desaparecido, podremos encontrarnos con el Palacio Ruiz de Villafranca, conocido como “La Casa del Inquisidor”, la Estación de Ferrocarril que Orihuela poseía en las décadas de los 60-70 y la Casa de Carlos Díe Zechini, que era un abogado y empresario oriolano. Este chalet estaba construido en los terrenos que Carlos Díe tenía en lo que hoy conocemos como Los Andenes.

Esta exposición cuenta con varias panorámicas y alegorías del urbanismo de Orihuela y los retratos de dos personalidades oriolanas, como el del Venerable Padre Francisco de Orihuela, que fue un fraile capuchino, nacido en la pedanía oriolana de La Aparecida. Fue misionero en Colombia y nombrado Obispo de Santa Marta por el Papa Pío X. El otro retrato que forma parte de la colección es perteneciente al torero Duréndez Ávila, siendo miembro de la familia política de Mario.

Pero sin lugar a dudas, la joya de esta exposición es la vista inédita que Mario nos regala sobre el Convento de Santa Lucía, desaparecido en la Guerra Civil. Gracias a su labor investigadora, ha podido recrear la fachada del convento y la portada de la iglesia de este edificio, del que por desgracia apenas poseemos archivo fotográfico.

Esta muestra gráfica nos es más que la punta del iceberg de una ingente labor de recuperación del patrimonio documental del convento, rescatado del Archivo Histórico Nacional, donde fue tras ser incautada a principios del siglo XIX, lo cual, por cierto, evitó que fuese quemado en la destrucción del convento el 6 de septiembre de 1936. Todo ello ha permitido recomponer la historia de la Comunidad de Dominicas, desde los antecedentes de su fundación en 1602, los siglos XVII, XVIII, XIX .XX, estos dos últimos en proceso de elaboración actualmente.

Como podrán comprobar, el autor nos traslada en estas salas al pasado, a conocer el patrimonio que Orihuela perdió y al presente, con el patrimonio que afortunadamente conservamos. En esta exposición no solo vamos a comprobar la depurada técnica del autor, también su obra nos invita a hacer un viaje al pasado, a nuestros recuerdos y a nuestros sentimientos más profundos.