Cambiemos Orihuela exige auditar y controlar las privatizaciones y los contratos municipales
En la puerta del Ayuntamiento, el edil de Cambiemos Orihuela, Karlos Bernabé, ha comparecido para lanzar una serie de propuestas en línea con el proyecto de “transformación del modelo económico a escala municipal” que propone la formación.
Bernabé ha insistido en la necesidad de iniciar procesos de remunicipalización y defensa de la gestión directa de los servicios públicos, eje clave de la formación que representa. “Los países que mejor han resistido la crisis son aquellos con un sector público más desarrollado”, ha dicho. Sin abandonar ese objetivo, y como paso previo, la formación asamblearia propondrá una “severa y estricta” fiscalización de los contratos en vigor. Las medidas propuestas pasan por una modificación del Reglamento Orgánico Municipal (ROM) que, tal y como sucede en Madrid o Zaragoza, ponga en marcha una “Comisión de Control y Vigilancia de la Contratación” para auditar y fiscalizar a las empresas adjudicatarias. “Si una empresa hace negocio con el dinero público, tiene que sentir el control de las instituciones. Debemos velar por la protección especial de los trabajadores de estas empresas y por los usuarios”, ha remarcado. Por otra parte, y mientras logran esa modificación del ROM, propondrán la constitución de una comisión especial, no permanente, que audite los contratos en vigor. Los objetivos de esta medida serían: “diagnosticar el estado del servicio, controlar posibles fraudes, proteger a trabajadores y usuarios, y dar alternativas en forma de otros modos de gestión”. “No es decente que trabajadores de empresas adjudicatarias tengan impagos o retrasos en sus nóminas pese a que la empresa podría estar aumentando beneficios, o tener claras sospechas de que hay adjudicaciones que ciertos partidos utilizan para fomentar redes clientelares de contratación para familiares, amigos o compañeros de partido”, ha denunciado Bernabé.
El concejal ha repasado el modelo vigente hasta este momento. En ese sentido ha criticado el marco de austeridad, privatización y recortes promovido desde la Unión Europea y los gobiernos centrales y al que, a su modo de ver, la mayoría de gobiernos municipales se han sumado de forma “cómplice”. Según afirma, “este modelo ha dado lugar a una privatización de nuestras ciudades y de los derechos sociales que en ella se prestan”. Todo ello, tal como insiste Bernabé, se debe a la “alergia a lo público” por parte de los partidos que tradicionalmente han gobernado nuestro país y municipios.
“Parece que los procesos de externalización están sesgados a favor de los grandes empresarios y en contra de usuarios y trabajadores”, ha declarado el edil, quien ha querido separar por un lado las pymes o autónomos, que trabajan para el Ayuntamiento y que , a menudo, “son víctimas de retrasos en los pagos, y de mala gestión”, y, por otro lado, las grandes empresas que se llevan “un trozo importante del pastel, que no pagan ni el cubierto y a las que, como niños pequeños, hay que limpiarlas cuando se manchan”, aludiendo a la anterior adjudicataria de la “zona azul” o a la empresa gestora del Centro Deportivo Municipla de Orihuela Costa, la cual exige “precios exorbitados, y encima hay que pagarle un extra para la sostenibilidad del servicio”. Denunciada esa “complicidad” entre administración y empresas ha recalcado que estas externalizaciones descontroladas, “dejan entre el fuego cruzado a los trabajadores y usuarios, víctimas de intereses y compromisos políticos”. “Si el capitalismo ha sido como un caballo desbocado habrá que empezar a ponerle bridas”, ha insistido.
Anunciadas las propuestas, Bernabé ha apuntado directamente a uno de los servicios y mercantiles sobre los que, desde hace años, planean numerosas sospechas, los servicios deportivos gestionados por la mercantil Clequali. Esta empresa, cuyo último contrato se firmó en 2012 por valor de más de 1.800.000 euros anuales, viene siendo señalada mucho tiempo por sus relaciones con los partidos en el gobierno. Bernabé ha expuesto su confianza en la existencia de una “mayoría de trabajadores y funcionarios” que cumplen su función y quieren trabajar bien, pero que están amenazados y amedrentados por malas condiciones laborales y por una organización de la empresa que, según afirma, “parece responder más a criterios de afinidad política e ideológica, que a mérito y capacidad, en algunos casos”.
En ese sentido, Bernabé ha retado al Concejal de Deportes y al Alcalde: “si confían en que los contratos funcionan de forma adecuada, no deberían tener ningún problema en asumir esta propuesta”.
