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Por Santiago Ríos
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Cosas de la publicidad

    Empecemos por definir el concepto básico de publicidad y la diferencia substancial con lo que conocemos por propaganda.

    Definición de Publicidad:

    Es una disciplina científica cuyo objetivo es persuadir al publico meta, con un mensaje comercial para que tome la decisión de compra de un producto o servicio que una organización ofrece.

    Diferencia entre Propaganda y Publicidad:

    La Publicidad tiende a la obtención de beneficios comerciales, en tanto que la Propaganda tiende a la propagación de ideas políticas, filosóficas, morales, sociales o religiosas, es decir, comunicación ideológica.

    Obviamente voy a desterrar la propaganda, en beneficio de la otra, aunque en algunas ocasiones puedan llegar a fagocitarse, a causa de interpretaciones propias de mentes rebuscadas y de exagerada temperatura corporal.

    Esta “disciplina científica” ha ido evolucionando a través de los años, aunque no tanto en el énfasis de insistir en los sentimientos íntimos de los usuarios, con la intención de acallar remordimientos con la compra del producto.

    Así se anunciaban algunos productos en la década de los años 20, en la prensa provincial.

    Los años tiene un valor muy relativo. La verdadera edad es la que da la salud, la agilidad, la fuerza. Quien posea estas cualidades no sólo retarda la vejez, sino que aventaja a otros más jóvenes en la lucha por el éxito. Los agotados, los anémicos, los deprimidos mentalmente, recobrarán su agilidad, sus energías y el equilibrio nervioso, usando el poderoso regenerador de la sangre Jarabe de HIPOFOSFITOS SALUD.

    Cerca de 40 años de éxito creciente. Aprobado por la Real Academia de Medicina. Pedid SALUD. Rechazad imitaciones.

    Una auténtica joya que deja cubiertas todas las expectativas posibles del más exigente de los hipocondríacos, aunque en otras ocasiones, el anunciante trate de impactar al lector con palabras entendibles solo para expertos, pero que dichas en boca del comprador, le suponen una dosis extra de “alter ego”.

    “Competición de lentitud. Todo varía. Antes las luchas por la velocidad eran lo más atractivo; hoy la carrera de lentitud es lo que interesa con mayor curiosidad. Notable es en este respecto, la carrera de competencia lenta celebrada en Ellensburg (Washington) que atrajo numeroso público. Venció un BUICK dirigido por la señora L. Leo Stevens. El terreno a recorrer (760 pies) presentaba en bastante extensión un acentuado declive. La señora Stevens venció aprovechando magistralmente el más bajo control de gas sobre las válvulas, a la cabeza de su BUICK. Pidan detalles a nuestro Concesionario EN CASTELLÓN VIUDA DE D. LUIS OLIVEROS, González Chermá, 52. Exposición: Ronda de la Magdalena, 3, junto a Ribalta”.

    ¡Casi nada! ¡Las famosas carreras lentas de Ellensburg! Yo todos los años no me la pierdo. Pues piensen ustedes como se enterarían nuestros antepasados, ya que en los años 20 no había televisión y muy pocos aparatos de radio.

    Pero vamos a ser serios que la tecnología avanza a velocidad del rayo y cada vez se especializa mucho más, pero lo del siguiente anuncio raya los límites de la perfección absoluta.

    “Máquinas de coser WERTHEIM. Máquinas especiales de todas clases, para la confección de ropa blanca y de color, sastrería, corsés, etc. y para la fabricación de medias, calcetines y géneros de punto. Pídanse referencias y catálogos ilustrados que se facilitan gratis en el taller de reparaciones de nuestro mecánico VICENTE MATEU, calle de Pescadores, núm. 48.- Castellón”

    Dejen de leer en este momento y vayan ustedes a comprobar, si la máquina de coser que tienen en casa, (los que la tengan) es para ropa blanca o para ropa de color y fíjense bien en la fecha de fabricación. Los que tengan una Wertheim, pueden abstenerse de mi recomendación.

    Óiganme, por favor que yo no me estoy riendo, como no se reían nuestros abuelos cuando creían ciegamente en la publicidad que leían y escuchaban. Y si se han reído por un momento, piensen en lo mucho que se van a reír dentro de 100 años los que lean y vean la publicidad que nos estamos “tragando” directa e indirectamente y que tanto influye en la vorágine consumista de todos los hogares, sin excepción, de nuestra sociedad actual.

    Les voy a reproducir dos productos farmacéuticos de la época pasada y compárenlos con los productos milagrosos que se venden actualmente en tiendas “especializadas” y supermercados. Piensen también que en esa época las enfermedades más corrientes, eran las que generaban más remedios, para engordar las cuentas de los fabricantes.

    BALSAMO ZORAYA. CICATRIZANTE, ANTISÉPTICO, CALMANTE. Cura Almorranas, Barros, Herpes, Erisipela, Llagas, Granos, Irritaciones, Erupciones, Cortes, Heridas, Quemaduras y todas las enfermedades de la piel. EL BALSAMO DEL HOGAR.- ÚNICO EN EL MUNDO. De venta en Farmacias y Droguerías”

    “La clientela agradecida propaga el ELÍXIR CALLOL. Amigo DÉBIL tome ELIXIR CALLOL. Devuelve el APETITO y las FUERZAS rápidamente. Los Médicos, que lo conocen prácticamente lo regalan, lo toman y lo dan a sus familias”.

     

    Seguro que todos ustedes, lectores avispados, han encontrado gran similitud con esas pomadas que te hacen adelgazar en un mes, un montón de kilos o con esos productos lácteos que dan como resultado, una supuesta analítica perfecta en los consumidores. Y los inmorales (es lo más fino que me ha salido), mientras te quieren vender el producto, te atemorizan diciendo: “el colesterol no avisa”.

     

    Faltaría más. Como tampoco te avisa el automóvil que se te echa encima, mientras tu vas circulando tranquilamente por tu derecha; ni el supuesto sinvergüenza que juega con el dinero de los pensionistas, para construir obras faraónicas.

     

    Como decía el dueño de la Pensión Cofrentes de Valencia, donde me hospedaba en mi primer año de estudiante universitario: “Nos jodió el mayo con sus flores”.

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