elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Brujas o turcos

    Hasta momentos antes de conocer los resultados reales surgidos de las urnas, algunos pensaban que habría una noche de los cuchillos largos, o bien en la sede del PP o en la del PSOE.

    Pero mira por donde, el “bipartidismo” tan denostado aguantó el 26-J. Aguantó, triunfó y desplazo la crisis hacia los partidos emergentes, que van desde entonces un poco a la greña.

    Es el caso de lo que está sucediendo en Podemos, que hasta los cimientos de la sede del partido parecen resquebrajarse con tal fracaso y tantas discrepancias.

    Es quizá porque ya no tienen a mano ese “pegamento emocional” que les ha ido sirviendo hasta ahora para unir a base de mentiras, falsas e irrealizables propuestas a fracciones de distinto pelaje y con intereses muy heterogéneos en pos de un único objetivo: “La consecución del poder.”

    Y está claro para mí, que si no ha habido posibilidades de alcanzar la Moncloa, ni los Cielos. Es natural que muchos se pregunten ¿para qué hay que seguir con el experimento?

    Las expectativas fallidas y las catastróficas cosechas en las urnas, son hoy los factores que están retroalimentando las acusaciones de los unos contra los otros y de los otros contra los que no son, ni los unos, ni los otros. Vamos, donde no faltan las amenazas – en mi opinión, del más puro estilo estalinista - a ser depurados a quien critique, “a las malas hierbas”, ni las fracturas internas en el seno de Podemos.

    Y lo que está sucediendo, yo no lo puedo callar, aunque alguien me considere “Una mala hierba”. Y es que aún no han llegado ni a dos meses de vida, y la confluencia, la absorción de IU por Podemos, está ahora a punto de fenecer.

    Y es que los malos resultados de la estrategia electoral bajo las siglas de la coalición Unidos-Podemos, les está llevado a buscar “alguna bruja” que cazar, ó “cabeza de turco que cortar”.

    La opinión que se está extendiendo en Podemos, es acabar con IU como culpable, aún sin comprobar, de este fracaso en las urnas.

    Iñigo Errejón, siempre estuvo en contra de la confluencia con IU. La siempre discrepante anti-capitalista Teresa Rodríguez desde Andalucía se ha pedido consultar a la militancia sobre el seguir o no, de la mano con IU.

    Y si escuchamos a Pablo Echenique, que con una metáfora misteriosa abrió el debate diciendo que había que extirpar “las malas hierbas” de Podemos. Es para hacerse una idea del cataclismo ideológico-político-organizativo por el que atraviesan en el naufragio Podemos.

    Y si a esas circunstancias, añadimos “las siempre desafortunadas declaraciones de Julio Anguita”, de que sería “un gran y tremendo error acabar prematuramente con la confluencia de Podemos con IU”. Nos podemos dar una idea de un naufragio similar al del Titanic.

    Porque después de todo el apoyo mediático, y las espeluznantes propuestas, los insultos y las aberraciones de Pablo Iglesias que aparecía en los sondeos de opinión en situación de lanzamiento hacia “el sorpasso” a todo el que se le pusiera por delante. Los resultados alcanzados, no tienen más causa que la de ese conjunto de “esperpentos”, que si bien hicieron famoso a Valle Inclán, a Podemos lo han hundido de muy mala manera.

    Claro que, van a seguir dando la lata, Monedero “el dirigente jubilado” por discrepancias, ya vaticina que Pablo Iglesias será Presidente en las próximas elecciones. Bueno, un chiste como otro cualquiera, pero sin chispa de gracia.

    Y lo de Julio Anguita, configuran un cóctel explosivo, que en mi opinión solo les puede conducir a que muchos más de los que lo han hecho, les diga a esos “lideres”: “Paren que yo me bajo”.

    Elperiodic.com ofrece este espacio para que los columnistas puedan ejercer eficazmente su derecho a la libertad de expresión. En él se publicarán artículos, opiniones o críticas de los cuales son responsables los propios autores en tanto dirigen su propia línea editorial. Desde Elperiodic.com no podemos garantizar la veracidad de la información proporcionada por los autores y no nos hacemos responsables de las posibles consecuencias derivadas de su publicación, siendo exclusivamente responsabilidad de los propios columnistas.
    Subir