La nit de Sant Joan al “Barri del Garbó de Borriana
Hace unos meses entre las fotografías del archivo, que el Ayuntamiento tiene del fotógrafo Vicente Melchor, reconocí la fotografía que acompaña este artículo. Es uno de los actos que se hacía en mi barrio, para la celebración de la noche de Sant Joan. Nací y crecí en el barrio València de Borriana. La falla oficialmente, es la Falla del Barrí de València”, pero popularmente es más conocida como la falla del barrio del “Garbó”. Ello es así porque se usa como logotipo, un “garbó” de leña. Ello tiene su causa en que, desde sus inicios, la noche de Sant Joan se celebra con una hoguera. Durante mi adolescencia la celebración de la noche de Sant Joan en el Barri del Garbó, tenía su importancia para toda la ciudad.
La foto es del año 1964 en la Replaçeta de les Monges de Borriana. Recoge el momento de la suelta de globos, que se hacía sobre la 6 de la tarde. En esas fechas, era bastante habitual la suelta de globos durante las fiestas. Toda la chiquillería que se ve en la foto, está pendiente de la suelta del globo, para seguirlo, y tratar de ser el primero en cogerlo, a su caída. Quien lo conseguía se sentía el héroe de tarde. De las carreras que nos dábamos los niños para coger el globo, recuerdo: algunas eran de más de un kilometro atravesando campos; los globos solían coger la trayectoria en dirección al sur, o al sur oeste. En la mayoría de casos, el globo al caer se incendiaba, por lo que solo se podía recoger los restos del globo quemado. Cuando recuerdo que volaban por la presión que recibía del fuego que se le aplicaba, llego a la conclusión que el sentido común haría que se prohibieran por el riesgo de incendio que supone un globo volando con fuego y dirigido por la fuerza del viento.
Ese día, algunos niños, recorríamos el barrio preguntado a las amas de casa si tenían muebles viejos para tirar. Si lo tenían y te los daban, los llevábamos a la Relaçeta de les Monges. Allí se amontonaban todos los muebles recogidos durante el día, y que de madrugada ardían en la hoguera de Sant Joan. Entre los más pequeños había una especie de competición, a ver quién conseguía llevar más muebles a la hoguera. Las amas de casa aprovechaban para quitarse de encima los muebles viejos que ya no servían.
Después de cenar, teníamos el baile con orquesta que interpretaba pasodobles, coplas y boleros en la mayoría de sus interpretaciones. De ese baile, recuerdo yo la anécdota, que teniendo yo unos 10 años, y estando en casa con la familia, una vecina vino a decir, a mis padres, que mi hermana mayor, que tendría unos 15 años, estaba bailando con un chico. Su reacción, fue inmediata. Fue mi padre, la cogió y la trajo a casa, y le prohibió que regresara al baile. Su veredicto fue que no tenía edad para bailar. Unos cinco o seis años después, recuerdo que ya se organizaban guateques en casas particulares, entre pandillas de chicos y chicas, como algo normal. Lo señaló para recordar la velocidad en la que cambiaron las relaciones de los chicos con las chicas, en la década de los 60.
Todo ello, me trae a la memoria la canción que en 1968 crearon Juan y Junior dedicada a San Juan, y que Serrat, en 1969 tuvo la habilidad de adaptarla a la tradición de celebrar la noche de Sant Joan en una amplia franja del Mediterráneo. La canción titulada “Per Sant Joan” que, por cierto, también fue grabada por Bruno Lomas, con la habilidad que tiene Serrat para narrar, narra las actividades de los niños para construir la hoguera, y la importancia que, para ellos, tenía encontrar madera para aportar. De la canción, me llega al corazón, cuando se lamenta haberse alegado de su calle y haber perdido los compañeros de juego de la infancia.
Recuerdo la incredulidad, en la que, en alguna ocasión, escuche con voz baja, comentar a hombres de la generación de la guerra, que según se veía el sol, o no se veía, al amanecer del 24 del día de San Juan, se sabía si ese año, nevaría o no. La verdad es que no recuerdo, si estaba nublado suponía nevada, y con sol, no habría nevada, o al revés. El caso es que cuando alguien esa madrugada había estado en el mar viendo amanecer, el resultado lo guardaba como un secreto. Eso lo hacían para saber si tenían que vender las naranjas, antes de la llegada del frio, o esperar después del mes de febrero que las naranjas entonces alcanzaban su máximo precio.
A quien vaya a celebrar la noche de Sant Joan, le recuerdo que las tradiciones y rituales de esa noche, son: saltar sobre las hogueras ya que se cree que este acto purifica y trae buena suerte; practicar el baño en el mar a medianoche, porque se dice que el agua adquiere propiedades curativas y purificadoras en esta noche; escribir los deseos en un papel y después quemarlos en la hoguera, porque así se cumplirán.