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Por María José Navarro
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De los nuevos fascismos y otras mierdas

    No sé ustedes, pero yo cada vez tengo menos confianza en la Humanidad. Así, con mayúsculas y en sentido de globalidad. La deriva hacia la extrema derecha de los gobiernos poderosos que manejan los hilos mundiales, me asusta. Pero todavía me asustan más los perfiles xenófobos, dictatoriales, machistas y con su toque de sadismo, de los dirigentes que manejan esos gobiernos, provocando que a mi mente acuda un nombre: Hitler, y una espantosa situación: holocausto, exterminio, desolación…

    Sí, claro, me estoy refiriendo al dirigente de EEUU, Donald Trump, y al italiano Matteo Salvini, que llevan unas semanas en pugna por agenciarse con la medalla al más inhumano, o al más nazi, que no se me ocurre otra palabra mejor para calificar lo incalificable. Porque incalificable es esa nueva directriz que tienen los policías fronterizos de EEUU de separar a los niños y niñas de sus familias y encerrarlos en jaulas, como si fueran animales. Horror, espanto, indignación me producen esas imágenes de crueldad absoluta. Pero el dirigente italiano no se queda corto en sus declaraciones respecto a las personas de etnia gitana que habitan en su país, a las que tiene intención de censar y expulsar a las que no cumplan con no se sabe bien qué cánones, aunque “desafortunadamente se tenga que quedar con los italianos”…

    Si hablamos de nuestro país, a pesar del revuelo que se ha montado con la llegada del Aquarius, lo cierto es que estamos muy lejos del compromiso de acogida que se acordó en 2015, habiendo alcanzado tan solo un 14% de esas 9323 personas refugiadas a las que deberíamos dar asilo… pero esto nos sirve para darnos cuenta de la calidad humana que nos rodea y también descubrir a los racistas que tenemos alrededor ¿no?

    Pero de España quería hablar de otras mierdas que nos acechan, como esa justicia que tenemos y que decreta libertad provisional a cinco miserables, mientras mantiene en prisión preventiva a algunos políticos, cuyo delito ha sido creer en la democracia… o esos medios de “comunicación” que, presuntamente, filtraron los datos de la víctima de la manada y que ahora parece que están en contacto con los agresores, para sacarlos en sus programas y hacer de esto (si aún cabe mayor escarnio) un “sálvame” de asco y vergüenza.

    ¡¡No es no!! Y, desde luego, la tele, mejor apagada.

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    comentario 1 comentario
    Marietika
    Marietika
    04/08/2018 09:08
    Emigración, inmigración o migración

    Ningún ser humano debería verse obligado a salir de su casa, de su contexto familiar ni de su país. Hombres, mujeres, niños y niñas que deben abandonar su mundo para arriesgarse a otro mucho más incierto pero que nunca puede ser peor que el suyo propio, o al menos eso creen cuando toman la dura decisión de cruzar "ilegalmente" las fronteras. Las fronteras son líneas imaginarias marcadas por pactos entre clanes de numerosos miembros y que aceptan o rechazan a miembros de otros clanes o culturas, según su poder adquisitivo. Si tan etnocentristas y elitistas somos, mejor ponemos remedio a las condiciones de vida de las personas que se ven obligadas a abandonar su casa y su familia, presionamos a sus gobiernos a que instauren una democracia y un Estado de Bienestar, y dejamos de saquearles las riquezas naturales para que puedan hacer frente a un Estado Democrático de Derecho y así vendrán a nuestro país (cualquier país) como nosotras/os vamos al suyo: de turistas. Mientras, acojámosles.

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