Barrida popular
Y, en nuestra provincia, el respaldo al Partido Popular ha sido histórico. Por eso, quiero analizar la victoria popular como un reconocimiento que el pueblo ha hecho a la tarea política de Carlos Fabra, quien ha pilotado desde las instituciones públicas las políticas del PP. El apoyo ciudadano a Carlos Fabra y al PP ha venido a agradecer su compromiso con la provincia y a reconocer que ha sido el mejor político que tendrá en muchos años esta provincia y que se ha preocupado en dejarla pujante, con músculo y con importantes infraestructuras necesarias para su desarrollo como es el aeropuerto de Castellón.
El PP de Castellón es pues el que está centrado en las propuestas para los ciudadanos. Y, a nivel autonómico y nacional, Francisco Camps y Mariano Rajoy posicionados en el centro hablan de lo que quiere la gente: una alternativa para el cambio.
El cambio supone un gobierno serio que se ocupe de lo que preocupa a la gente: la economía y el empleo. El cambio es apoyar a los trabajadores, pymes y autónomos. El único programa del PSOE ha sido el insulto al Partido Popular. El PSOE está dividido y se ha dedicado a la descalificación del PP. El PSOE tiene ahora que explicar cuando llevan 7 años gobernando cómo ha dilapidado la mejor herencia que ha recibido un gobierno en la democracia.
¿A qué espera Zapatero para poner fin al padecimiento de tantos que no pueden pagar su hipoteca y además han visto incrementados todos los suministros básicos y la luz hasta en un 60%? Rajoy ha ofrecido un gobierno para todos. Como acaban de hablar los ciudadanos el único miedo que tienen es a seguir con un gobierno socialista que ha hecho el mayor recorte social de la historia. La reforma laboral socialista ha fracasado en sus 10 meses de vida tal y como ya hemos podido comprobar: 300.000 personas más han perdido su empleo y hay menos contratos indefinidos: hoy son un 6,6% del total, cuando en 2009 eran el 11,1%.
¿Cuándo se va a acabar este drama socialista? El PP ya demostró cuando estuvo en el Gobierno de la nación que sabía hacer las cosas bien. El Partido Popular tiene previsto impulsar una reforma laboral que abarate la contratación y no el despido que es lo que han hecho los socialistas. La reforma socialista ha abaratado el despido extendiendo la indemnización a 33 días, en vez de a 45 días por año trabajado ampliando además los supuestos para los despidos por causas económicas.
Será también necesario acometer la reforma legislativa con una nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria para que las administraciones no gasten más de lo que ingresan; una reforma laboral en serio y a fondo porque la actual sólo sirve para crear más paro; una Ley de Emprendedores, porque sin emprendedores y sin inversión es imposible volver a crear empleo. España necesita un millón de emprendedores, en los próximos cinco años; un plan energético para utilizar todas las fuentes de energía de manera razonable y considerar el coste como uno de los criterios fundamentales a la hora de decidir el mix energético, y, una reforma educativa para asegurar el futuro de nuestros hijos y ganar en competitividad. Y, todo eso, para mantener un Estado del Bienestar en el que nos encontrábamos y no de gestión de la miseria que es al que nos han abocado las políticas socialistas.
