Valencia nunca fue pedigüeña
Nunca lo hemos sido, y así lo atestigua nuestra historia, aunque los parámetros de la nueva política nos lleven por los derroteros de un economicismo fácil, populista y demagogo. Y lo traigo a colación por la perversión del lenguaje político de los nuevos tiempos, no solo por la ya declarada y denunciada infrafinanciación que padecemos, reconocida por todos, sino por ese perfil victimista que se ha inoculado en nuestro ADN. Un virus letal que busca romper con siglos de orgullo, de un pueblo consciente de sus posibilidades, que se abrió al mediterráneo y al mundo, en un siglo de oro anterior y más importante que otros, demostrando esa impronta que ha marcado nuestro carácter emprendedor, audaz y valiente.
No hace falta recordar esa aportación imprescindible para financiar la mayor aventura de los siglos, por la que el Almirante de la Mar Océana logró para España ese hito histórico, para poner en valor el importante papel que hemos jugado en la historia, a pesar de Almansa. Por eso, aun sin renunciar a ser menos que nadie, pero tampoco más que nadie, la justa reivindicación de lo que por justicia nos corresponde, no puede restar un ápice de importancia al compromiso del Gobierno del Presidente Rajoy y del Partido Popular con esta tierra.
No podemos centrarnos en los agravios en los que algunos se escudan, ni tampoco en falsas Arcadias imposibles de materializar en un contexto socioeconómico como el que hemos atravesado. Hay que ir a los hechos, y estos demuestran con contundencia, ese firme compromiso del principal instrumento político del Gobierno de España para con esta tierra. Obras son amores y no buenas razones, por ello, con un ecosistema económico más favorable, tras una dura travesía por esa crisis de la que ya nadie se acuerda, intentamos devolver ese esfuerzo a aquellos que más padecieron. Y los hechos son tozudos, porque nos encontramos ante los Presupuestos más sociales de la historia. Y no se trata de una frase hecha. Son las constatación del cumplimiento de los compromisos adquiridos. Y eso parece que ponga nerviosos a algunos.
Compromiso con bajar los impuestos; con los Agentes Sociales y Funcionarios Públicos incluyendo el acuerdo de equiparación de nuestras FyCSE. Compromiso con nuestros jóvenes, bajando las tasas universitarias, subiendo las becas y destinando 500 millones € de ayuda para la Garantía Juvenil. Se cumple también con nuestros mayores, subiendo las pensiones más bajas un 3%, el doble que el IPC esperado. Se cumple con los colectivos más vulnerables, con 346 millones para la protección familiar y lucha contra la pobreza infantil. Con 1401 millones € para la Dependencia o los 5716 millones € para el Fomento del Empleo.
Hemos pasado de un ecosistema de crisis que nos llevó al precipicio económico, a un ecosistema de franca recuperación. Así, también damos cumplimiento a los Pactos de Estado firmados con el resto de Grupos, y los compromisos con las Comunidades Autónomas y Entidades Locales, a las que se mejora su financiación en más de 4200 millones €. Y se cumple ese objetivo con la UE que nos va a permitir salir del Procedimiento de Déficit Excesivo al que nos abocaron las políticas "progresistas", gastándose lo que no teníamos.
Estos PGE son la herramienta más potente para incentivar el Crecimiento económico y la creación de Empleo. Porque no hay mejor política social. Y porque esta recuperación tiene que llegar a todos. No caigamos en el análisis simplista de los mismos. Suponen un paso adelante imprescindible para esta tierra que debemos aprovechar. Porque una cosa es segura. Por dos veces el Partido Popular ha sacado a España de la crisis. Y dos veces la hemos puesto en marcha. Por eso están importante sentirse partícipes de los mismos, porque estos presupuestos son fruto del esfuerzo de todos.
Tengamos presente que a pesar de muchos, a los que les gustaría seguir en el caos, relativizando la acción política y generando una atmósfera de crisis institucional permanente, España está llena de buenas noticias, y nuestra tierra también. Buenas noticias fruto del esfuerzo y el trabajo de millones de personas, y también muchas veces, aunque se busque difuminar, la acción del Gobierno de todos, el Gobierno de España.
