Pueblos infartados
La mayoría de los ataques cardíacos son provocados por un coágulo, muchas veces por exceso de colesterol, que bloquea una de las arterias coronarias que son las que llevan sangre y oxígeno al corazón, y si el flujo sanguíneo se bloquea las células cardíacas y este muere.
Pues bien, esto llevado al mundo del urbanismo es lo que está ocurriendo en los pueblos afectados por la DANA. Los vecinos, en una acción que se entiende lógica en aquellos primeros momentos de desesperación y falta de ayuda, y la avalancha de solidaridad de los voluntarios que llegaron poco después, cometieron un error fatal: tirar la barbotina (el fango liquido) al alcantarillado.
Los que somos de La Plana sabemos que la barbotina, una vez perdida la humedad y debidamente prensada se convierte en algo muy duro. Pues imaginemos eso dentro de nuestras arterias de evacuación que son el alcantarillado. Se convierte en verdadero hormigón.
Pero lo grave es que el sistema está pensado para evacuar aguas fecales y, si la población no puede utilizarlas, el sistema está colapsado, está infartado.
En las arterias hay varias soluciones, según la gravedad: o un cateterismo, abrir la arteria bloqueada o hacer un bypass.
En este momento se están intentando los cateterismos en el alcantarillado, pero en muchos casos como se endurezca el fango hará falta abrir en canal para sustituir la red de alcantarillas y las acometidas de los edificios a la red.
Deberíamos pensar un sistema provisional de bypass para dar solución a los vecinos y que no se nos muera el “paciente” de una infección.