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Por Jaime Verdeguer
Dr. Carajillo - RSS

Los Disc-jockeys en los años 70

    La música puede considerarse tan antigua como el hambre, la prostitución, la avaricia o la propia historia de la humanidad. Cuando un neandertal le atizó por séptima vez un cachiporrazo en la cabeza a un tigre diente de sable, inventó sin ningún tipo de dificultad el ritmo. La neandertal, cabreada por la tardanza del compañero y la pequeñez de la pieza capturada, lanzó una serie de aullidos pseudohumanos que dieron origen a la primera canción; él le puso el ritmo que anteriormente había inventado, y los demás habitantes de la cueva añadieron los coros y, EUREKA! Nace la primera canción que ha sido titulada por los prehistoriadores “ la balada triste del diente de sable”.

    Como en todas las cosas, la música ha evolucionado hasta nuestros días de una manera más o menos acorde con la sociedad y se ha ido creando a su alrededor todo un mundo de infraestructuras que en los tiempos que corren es componente básico en cualquier manifestación social, laboral, militar, sexual, familiar, política, cultural, comercial, visual, gastronómica, telefónica; además de asociarse con el cine, la televisión, radio, publicidad etc etc…

    Con este prólogo damos un salto cuantitativo en el tiempo y viajamos a la década de los 70, en la que existían unos antros llamados discotecas ( al principio se llamaron discotetas, compuesta por la palabra griega DISCO, que significa ruido acompasado, y la española clásica TETAS que se traduce al español actual como parte delantera de las mujeres que atrae a los hombres como un imán.). Manifestaciones feministas a lo largo y ancho de todo el País lograron que de la palabra cayese la segunda T y entrase la C. También se propuso llamar a dichos antros disco-jones, pero era privatizar el tema por un apellido y no cuajó la propuesta.

    Las discotecas consistían en locales de diferentes dimensiones y decoraciones (según el presupuesto) en los que la gente joven y menos joven disfrutaba, los fines de semana en invierno y la semana entera durante el verano, de la compañía de los amigos/as, de las bebidas importadas, licores espirituosos (nunca entenderé lo de espirituoso, por muy grande que cojas la cogorza, nunca te convertirás en espíritu. Posiblemente si que llegues a fantasma de paparrisi, pero nunca te evaporarás como le gustaría a la chica que posiblemente le estés pegando la paliza); y de la MUSICA, que era el eje en el que todo lo que acontecía giraba a su alrededor.

    ¿ A qué se dedicaba la gente en las discotecas ‘’?. A las tres B: buscar, beber y bailar. Todo ello con el fondo musical que creaba el DISC-JOCKEY. La labor de dicho personaje era importante porque debía conducir al rebaño de seres humanos ( lo de rebaño es en el buen sentido) a los lugares del local y a las situaciones que se requerían en cada momento de la sesión y que tenían que estar perfectamente esquematizados para el perfecto funcionamiento socio-económico del local. No pensemos en ningún momento, al leer este artículo, en las discotecas del siglo 21; nada que ver con lo que entonces acontecía.

    Cuando la discoteca abría sus puertas, el disc-jockey hacía uso de una música de ambiente para que los clientes( aunque hable en masculino siempre generalizo en los dos sexos que existían entonces; hoy en día no sé cuantos hay) fueran tomando posesión de sus zonas acostumbradas, ya fuese la barra, los sofás o el reservado y fueran tomando también los cubatas, refrescos etc. La música que se escuchaba en esos momentos podría ser perfectamente BOOKER T., BRIAN AUGER, ISAAC HAYES, EUMIR DEODATO…Cuando el local ya tenía la masa humana suficiente para dar caña y bailar, el DJ. Usaba la canción “gancho”, un tema que a los pocos segundos de sonar hacía que una pista vacía instantes antes, se llenara de chicos y chicas bailando y dispuestos a ser derrotados por el aire acondicionado. Yo recuerdo con especial cariño musical dos canciones “gancho” que nunca me fallaron: BROWN SUGAR de ROLLING STONES a principios de la década y DADDY COOL de BONEY M. en los últimos compases de los 70. Una vez la gente bailando, la labor del DJ era mantenerlos allí, y la fórmula era difícil: encadenar una canción con otra mezclándolas de manera que no dejasen de mover los pies. El ritmo iba subiendo hasta alcanzar su grado máximo a partir del cual se iniciaba un descenso paulatino que desembocaba en un par de canciones que insinuaban que iba a llegar el primer momento esperado por algunos… y algunas: EL LENTO. Estas canciones de cambio iban acompañadas de una reducción en la luminosidad de la sala y una toma de posiciones para cuando llegase la primera “lenta”. En ORODAY, para cambiar a lento me encantaba usar NIME BY NIME de John Dummers o LA RESERVA INDIA en la EROS.

    BAILAR LENTO. DEFINICION MI GENERIS :

    Excusa que acompañada de sonidos musicales nada tiene que ver con el baile, más bien es un abrazo camuflado y tácito por ambas partes para iniciar un contacto que puede dar lugar a situaciones agradables en una 90 % de los casos. También sirve para poner los dientes largos a alguien/a que no ha procedido de la forma que él/ella que está bailando hubiese deseado.

    La música “lenta” en los 70 tuvo una representación extraordinaria de grupos y cantantes que parieron canciones que más de 30 años después siguen sonando de una manera especial para aquellos que las tuteábamos y, cuando los jóvenes actuales las escuchan, reconocen su calidad y su estética musical. La lista es extensa; yo iniciaría una sesión de lento con MORNING HAS BROKEN, seguiría con CORAZON DE ORO y HOLLYDAY; el punto central sería L’HOMME AU COEUR BLESSE y comenzaría a subir el ritmo poco a poco con SONG SUN BLUE. A partir de NEIL DIAMOND, el ritmo cambia y pasaríamos a usar una o dos canciones de cambio a rápido, con suavidad y sutileza para no herir la sensibilidad de las parejas que se encontraban bailando en la pista y que posiblemente estaban disfrutando de unos momentos que no se repetirían hasta la segunda sesión de lento…o, hasta el domingo que viene. Subiendo el volumen luminoso de los apliques para avisar que venía el cambio (parezco el PSOE) podría escucharse perfectamente ese increíble piano inicial con el que AL STEWART abría magistralmente su AÑO DEL GATO. El cambio se estaba produciendo, las parejitas estaban avisadas sin alevosía y, mientras unas se disponían a bailar rápido, otras subían con disimulo al reservado para continuar una experiencia que se había iniciado de pie y podía perfectamente terminar con los dos paralelos al suelo. Amor y sexo en plena efervescencia.

    La segunda sesión de rápido se diferenciaba de la primera en la calidad musical de sus canciones; mientras la inicial era más cañera, la siguiente se dedicaba a lo comercial dentro de un orden.

    PRIMERA SESION. BAD COMPANY, ROD STEWART, ROLLING, FREE, TEN YEARS AFTER…

    SEGUNDA SESION. BARRABAS, LAURENT VOULZY, PETER FRAMPTON, SUZY CUATRO, DAWN…

    Cuando se acercaba la segunda sesión lenta ya estaba todo como más organizado; los pasteles por un lado (el reservado) y las calabazas por otro (la barra); pero, era una especie de segunda oportunidad para que sucediera lo que ya poseía pocas opciones de suceder. CABALLO SIN NOMBRE, SUZANNE, DETALLES, PERO ANOCHE EN LA PLAYA, WILD WORD...podían colaborar a que sucediese lo que ya no estaba previsto y diese forma guapa a una tarde de domingo o a una noche de verano que, minutos antes apenas tenía expectativas de éxito. Aquí el DJ. Siempre tenía que estar al tanto de la situación y si era conveniente retrasar en 2-3 canciones la llegada del cambio a la tercera sesión de rápido y última de la tarde/noche para que la levadura llegase a su altura ideal y no se cortase la mayonesa. Si lo conseguía, perfecto.

    La tercera sesión de rápido, teóricamente era la pachanguera. Yo odio ese tipo de música pero comprendo y acepto que haya gente que disfrute con ella. Pero si yo era el que dirigía el cotarro musical, buscaba la manera de evitarme el mal trago que me suponía escuchar CHUNGUITOS, AMAYA, CHICHOS, ETC…Mi recordado amigo Víctor Balaguer, siendo él dueño de la EROS y yo DJ. de la misma, me hacía todos los domingos un chantaje que consistía en una orden primero y en una pregunta después.

    ORDEN: PON CARAMELOS DE LOS AMAYA Y NI MAS NI MENOS DE LOS CHICHOS (O LOS CHUNGUITOS ¡ YO QUE SE !).

    Entre orden y pregunta yo contestaba a la orden que NO.

    PREGUNTA. ¿ QUIERES COBRAR ESTA SEMANA ?

    Los Amaya y compañía campaban a sus anchas.

    Mantener la tensión musical en la discoteca durante todo el tiempo que permanecía abierta era el reto constante de todo buen DJ. Improvisar con la entrada de clientes diferentes musicalmente hablando y hacerles beber y bailar en pocos minutos era la misión que tenía que realizar. La psicología casera era importante en algunos momentos para salir airoso de situaciones que se creaban en y alrededor de la cabina; primero estaba la MUSICA, después todo lo demás.

    DOCTOR CARAJILLO, AMIGO TELEPATICO DE ALVIN LEE Y GEORGES MOUSTAKI Y CUÑADO VIRTUAL DE ELTON JOHN Y CAT STEVENS.
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    comentarios 2 comentarios
    Rafael
    Rafael
    23/03/2012 10:03
    Muy bueno

    Me ha gustado tu articulo

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