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Por Vicente Piqueres Monzonis
El Caballero del Komián - RSS

La verdad en lo absurdo

    MÁS SOBRE EL “NOSTRE CAMPANAR”. LAS GÁRGOLAS DE LA POLÉMICA.

    Ya que actualmente estamos viviendo en una etapa que trata sobre nuestro Campanar, quiero salir al paso de ciertas manifestaciones que, en su día, hizo el arqueólogo municipal, que aparecieron en el Boletín de Información Municipal, El PLA, correspondiente al mes de febrero del año 2008.
    Aunque entonces me indigné cuando leí su comentario, no quiero que este asunto quede ignorado y deseo que vea la luz. Creo que este es el momento oportuno para mí.

    En primer lugar quiero aclararle a este señor, que quien escribe este comentario es el hijo de Don Vicente Piqueres Martí. El Autor del libro que fue presentado el día 23 de Diciembre del año 2009 pasado y que se publicó en su día. Una vez que se agotó la primera edición, en la actualidad está en circulación una segunda, cuando ya le ha sido otorgada una calle, a nombre de mi padre, Vicente Piqueres Martí, situada junto a otros personajes que este Consistorio ha considerado que también merecían tal distinción.

    Como es sabido por todos, mi padre fue nombrado Director Técnico y Maestro de Obras en la reconstrucción de la Iglesia, de la Capilla y por ultimo del Campanario, y es por ello que voy a dar testimonio de lo que sigue a continuación, para que estos asuntos no confundan la opinión de mis paisanos. Contarles simplemente la verdad:

    La procedencia de las gárgolas que presiden la puerta de entrada de nuestro “Campanar”, no es otra más que la del propio Campanario, (el que desapareció dinamitado en la madrugada del día 5 de Julio de 1938), que en la terraza del cual se recogían las aguas pluviales en ésta misma, y son compañeras de otras seis que con la demolición quedaron destruidas totalmente.

    Por esta razón soy testigo fehaciente de que mi padre, con el consentimiento unánime de la Comisión Pro-Campanario y del propio don Elías Milián, fue quien ordenó a los albañiles que trabajaban en la obra, que las sanearan en su estructura y que las situaran en el lugar donde actualmente están ubicadas.

    Ésta es la procedencia de dichas gárgolas y no otra como parece ser que pretende decir el señor arqueólogo, porque las quiere arrancar de allí y llevárselas al Museo Municipal.
    Además también dice y supone que “quizás” fueron materia de relleno en las paredes del viejo Campanario, o que pudieron estar en el corral del domicilio de alguien, y con la demolición de la Torre aparecieron. Totalmente absurdo e inverosímil.

    Quiero aclarar también que las mismas, dado su “buen estado de conservación”, sirvieron de modelo para que mi padre pudiera construir ocho “tochos” de madera, labrados a gubia, y distintos uno de otro, que posteriormente entregaba al cantero para la ejecución en piedra de las gárgolas que actualmente están instaladas en lo alto de la Torre.

    Finalmente deseo poner de manifiesto también, que en la actualidad todavía quedamos algunas personas, no muchas, que podemos aportar testimonios fidedignos de lo que ocurrió en aquella época; por lo que agradecería que antes de concebir proyectos descabellados, deberían asesorarse bien a través de la bibliografía, de las hemerotecas, y sobre todo de los testigos que todavía, por suerte, quedan vivos; porque mucho se ha escrito sobre nuestro “Campanar”, pero yo particularmente aún tengo muchos relatos en el tintero.
    Finalizo diciéndole al señor Arqueólogo que deje las Gárgolas donde están, que están muy bien, como guardianas de la puerta de la Torre, y puede contemplarlas todo el mundo.
    Cuando informé de todo esto al Señor Cura Párroco de El Salvador, solo me hizo este comentario: “Esas gárgolas no las quitarán de ahí, ni las tocará nadie ya que antes tendrán que pasar por encima de mi cadáver”. Categórica respuesta.

    Y ahora yo me pregunto ¿es que el señor Arqueólogo no tiene otra faena que hacer mas que ir buscándole siete pies al gato?.

    Ahí está el solar de lo que fue la Carbonería de mi amigo Leopoldo, totalmente abandonado y deteriorado porque allí existe un trozo de la muralla antigua que tenia rodeada a Burriana... ¡Lastima de 10.000.000 gastados para nada! En fin…….
    Valencia-Burriana Febrero de 2010.

    PEQUEÑA TUMBA ADOSADA AL ÁBSIDE DE LA IGLESIA EL SALVADOR EN BURRIANA.

    La verdad de la razón o la razón de la verdad. He aquí dos conceptos distintos totalmente que son aplicables en cierto modo a la polémica que se va a exponer.

    Mucho se ha escrito sobre el pequeño sepulcro que se halla ubicado en la parte exterior del Ábside de la Iglesia Parroquial El Salvador, de Burriana, pero la casualidad nos sitúa ante un cúmulo de dudas, ya que nada es totalmente cierto debido a la carencia de información al respecto.

    Según Don Francisco Roca y Alcayde, en su Historia de Burriana del año 1932 dice:

    “Debemos consignar la tradición, pues de ello no conocemos ningún documento, de que la reina Dª Violante, estando en Burriana dio a luz un hijo abortivo, cuyo cadáver recibió sepultura en un lucillo o urna de piedra, sepulcro gótico del siglo XIII, que fue colocado en una especie de hornacina en la fachada de la Iglesia Parroquial, entre dos estribos y junto a la torre llamada del Caracol; la inscripción está borrada e imposible de descifrar. Este lucillo debió ser colocado al exterior del templo, donde aun se encuentra, por no estar bautizado el malogrado vástago de los reyes”. Y no hay más por parte de D. Paco, el cual me regaló y dedicó un ejemplar de su Historia.

    En realidad poco se sabe de dicho sepulcro y según la bibliografía que he consultado sólo he encontrado “algo” en Internet, en periódicos de Castellón de fechas 10 de Octubre de 1989 y en 18 de Noviembre del mismo año, pero con comentarios ambiguos que nada aclaran en plan concreto, salvo en uno, con una crónica del PSOE, bajo el mandato del Edil que comandaba el Consistorio Municipal, en aquella época y que dice:

    “LOS RESTOS DEL PRESUNTO HIJO ABORTIVO DE NA VIOLANTE SON DE UN JOVEN DE 20 AÑOS Y DICE ASÍ:

    “Ayer, miembros del departamento del Museo Histórico Municipal y Consellería de Cultura procedieron a sellar la pequeña tumba adosada en la fachada de la Iglesia El Salvador, para “depositar de nuevo los restos óseos que se extrajeron para ser analizados hace casi un año.

    Igualmente fue depositado en la urna un ejemplar de la Historia de Burriana, el informe elaborado por la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Valencia, monedas actuales y algunos ejemplares de prensa.

    Según ha declarado el director del Museo Municipal, en virtud del informé medico redactado por el director del departamento de Ciencias Morfológicas de la Universidad de Valencia, queda totalmente desmitificada la leyenda de principios del siglo XIX, datos históricos y creencia popular que atribuía estos restos humanos a un hijo abortivo de la reina Na Violante de Hungría y el rey Jaime I el Conquistador.

    El informe de la Facultad de Medicina señala que los restos óseos y dentarios pertenecen a un varón de algo más de veinte años, que tenía como taras los pies planos, mala oclusión o nerviosismo. Al limpiarse la cubierta de la tumba ha aparecido parte de una inscripción que se ha descifrado por un historiador, máximo especialista en este tipo de textos, que tratará de descifrarlos pese a estar bastante erosionados los signos.

    No obstante se confía en saber por lo menos el apellido de la persona a quien pueda atribuirse la tumba que ciertamente es románica y data del año 1235, época en que empezó a construirse el templo parroquial.

    Pese a la desmitificación de la leyenda, el II volumen de la Historia de Burriana, que se encuentra en fase de maquetación, incluirá un capitulo de un historiador sobre el hecho de que estando el rey Jaime I en batalla, cerca de Valencia, volvió apresuradamente a Burriana a consolar a su esposa Na Violante, ya que estaba encinta, circunstancia que originó la posible relación de este aborto con los restos humanos ya analizados”.

    En Internet también se comenta el asunto de esta tumba, y en varios comentarios se hace referencia al mismo, pero ambiguamente, y sin aclarar nada concreto sobre el mismo.

    También quiero manifestar que he revisado el comentario que figura más arriba y respecto a lo que dice que en el tomo II de la Historia de Burriana se publicaría este hecho, en ninguna de las páginas de este libro aparece “NADA” al respecto. Seguramente considerarían este hecho de poca importancia, “que sí la tiene” y omitieron el que figurara como habían prometido.

    Pero vayamos a lo verdaderamente real que existió allá por los años 1940 y siguientes:

    “Terminada la guerra civil española y cuando ya se había concluido la reconstrucción de la Iglesia Parroquial citada anteriormente, y a la sazón se estaba reconstruyendo el Campanario, vino mi padre cierto día, a la hora del mediodía y cuando estábamos comiendo, y dijo que sobre la tumba en cuestión, Don Elías Milián le mando que tomara un par de albañiles de la obra y que procedieran a la apertura de dicha tumba.

    Se procedió tal y como estaba previsto, estando presentes Don Elías y mi padre, y al levantar la tapa y dejarla en el suelo, subieron para ver su interior y no encontraron nada de importancia salvo UNA PIELECITA O DESPOJO SECO, COMO DE NARANJA, QUE CABÍA EN LA MANO Y UNA LATITA VACÍA DE SARDINAS O ATÚN EN CONSERVA. Esto fue todo el contenido que había en el interior del citado pequeño sepulcro u hornacina.

    Una vez comprobado todo esto mandaron que lo taparan de nuevo y pusieran unas bridas, pero advirtieron que por la parte trasera había como un agujero por donde se podía meter una mano, y podía servir para que algún desaprensivo pudiera meter dentro lo que le diera la gana”.

    Otras fuentes de información dicen, según consulta efectuada a personas mayores del lugar, que la tumba fue construida por un Alto Mandatario Moro, para enterrar allí a un hijo pequeño suyo y que cuando se manchó, en época de la Reconquista, se llevó el cadáver dejando la tumba libre, vacía, que fue aprovechada para enterrar allí al hijo abortivo de Na Violante, esposa del Rey Don Jaime I el Conquistador.

    ¡Mira que decir, después de un año de análisis de la “Osamenta”, por centros de verdadero prestigio, que la tal perteneció a una persona de 18-20 años, que tenía los pies planos etc.!
    Y ahora pregunto: ¿Si cuando abrieron la sepultura, después de la guerra, comprobaron lo que habían encontrado, la limpiaron, se quedó vacía, y la volvieron a tapar, como es posible que el Consistorio de entonces encontró tantos objetos cuando decidieron abrirlo un año antes?

    Es totalmente incomprensible lo que a veces se piensa, se dice y se hace. Pero hay una razón poderosa de que puede ser que así sea, porque yo, por ejemplo, estoy esperando a que me sea facilitada una revista en la que comenta, un sujeto de Burriana, que dicho sepulcro sirvió para enterrar a Jesucristo, después de morir en la cruz. Y que estuvo allí enterrado.

    Lo que venimos comentando cabe en lo posible, porque como puede verse no hay documentos fidedignos que lo avalen per…. ¿Lo de Jesucristo? Eso si que ya es el colmo y una tomadura de pelo en gran escala. Y quizás haya gente que no lo dude y hasta se lo crea.

    No he citado nombres porque no quiero alborotar el gallinero de los que se creen intelectos en la Sociedad Cultural de Burriana, pero conozco y sé que hay personas doctas en el pueblo que sabrán a quienes me refiero ofreciendo al pueblo sandeces increíble.

    El acto que celebró el Consistorio Municipal que había allá por los finales del año 1989, que consistió en depositar dentro del pequeño sepulcro o arqueta una Historia de Burriana, prensa, monedas y documentos sobre la osamenta encontrada, etc., sellándola de nuevo, me parece muy acertado y digno de tener en cuenta, ya que a fin de cuentas ahora hay algo dentro, positivo, y así se terminaron las elucubraciones de lo que ha habido o dejado de haber dentro.

    Vete a saber, ya desde antes del rey Jaime I, las veces que haya podido ser abierta y cerrada y lo que haya contenido en distintas épocas.

    Lo que a mi me extraña es lo siguiente: Si cuando se abrió durante la reconstrucción del Campanario, como he dicho, se halló y se vio lo que había dentro, y se limpió dejándola vacía totalmente, ¿Cómo es que cuando se abrió nuevamente, por los finales de la década de los 80, encontraron la osamenta, que dicen “encontraron” y que correspondía a un joven de unos 18-20 años, que se mandó analizar, etc. etc. y toda la historia que se cuenta en este caso?.

    El hecho es incomprensible y parece cosa de algún gracioso que sabía lo del agujero en la parte trasera, y quiso “tomarle el pelo” al pueblo de Burriana en un asunto bastante serio en lo que a la historia se refiere. Allí hasta se ponían escaleras cuando hacían “bou per la Vila”

    A mi particularmente no me extraña que pueda ser así, una vez enterado de que alguien de los más enterados “sabihondos” del pueblo o de fuera, escribiera que aquella fue la sepultura de Jesucristo cuando murió. Después de esto ya se pueden atrever a decirnos que “los burros vuelan”, y nos lo harían creer, que es lo que se pretende, considerarnos como unos gilipollas.

    Hoy con las nuevas tecnologías no sé lo que se pretende. Lo único que cuenta para mí es lo que dijo D. Albert Einstein, hace ya más de 50 años: “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo sólo tendrá una generación de idiotas”. Y, según parece ser, ese día ha llegado.

     

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    comentarios 2 comentarios
    Un Sesentón (Ahora 70)
    Un Sesentón (Ahora 70)
    13/07/2014 12:07
    Gárgolas y Tumbas

    Sobre las Gárgolas, hay que ver lo que la gente inventa con tal de tener protagonismo. Menos mal que todavía quedan personas que pueden desmentir categóricamente las sandeces que otros publican. Siempre me ha llamado la atención ese pequeño sarcófago adosado a la fachada de la Basílica El salvador. No puedo evitar desviar la mirada hacia esa pequeña tumba cada vez que paso por allí. Creía que nunca se había abierto, y menos lo sorprendente de los hallazgos en su interior. Lo más chocante y cómico a la vez, la piel de naranja y la lata de sardinas. Sobre quien dice que allí fue enterrado Jesucristo, no se si acertaría (creo que si) al señalar quien es el autor de semejante "destarifo" Conozco a cierta persona muy dada a divulgar esas fantasías. Me ha gustado su columna. Gracias por deleitarnos con sus publicaciones.

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