Veintitrés nuevas unidades archivísticas vuelven al archivo municipal tras su restauración

El Archivo Municipal de Ontinyent vuelve a contar con veintitrés unidades archivísticas que han sido recuperadas tras el proceso de restauración al que han sido sometidos por la Dirección General de Archivos e Innovación Tecnológica, y el área de papel del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Generalitat Valenciana.

Los trabajos han sido realizados gracias a la colaboración que, desde hace años, mantiene la administración autonómica, a través de la conselleria de Cultura, y el Ayuntamiento de Ontinyent, que financian las actuaciones al 50 por ciento cada una de ellas.

En esta fase de restauración han sido 23 las unidades que se han restaurado: 10 libros, 4 pergaminos y 10 documentos, además de la intervención realizada en el libro impreso dels Furs, capítols, provisions i actes de cort  del año 1552, impreso en Valencia por Joan Mey en el año 1555.

Blai Tomás, concejal de Bibliotecas y Archivo, indica que “tras un costoso proceso de restauración, debido sobre todo a las condiciones a las que, durante siglos, han estado sometidos los documentos, éstos vuelven al archivo municipal de nuestra ciudad como testigos y transmisores de información de diversos momentos de nuestra historia”.

El concejal ha señalado que “Ontinyent se encuentra a la cabeza de las ciudades de la Comunidad Valenciana en cuanto a número de unidades archivísticas restauradas, muy por delante incluso de ciudades con más grandes que la nuestra”, y ha añadido que, “ese hecho no hace más que demostrar la estima por nuestra historia, por nuestra cultura, por todo ello que nos identifica… cosas que, además, queremos transmitir a los demás”.

Los libros restaurados son: los libros de corte de jusiticia de la villa d’Ontinyent de 1520, 1523, 1525, 1531 y 1532; el calendario de los censales del Hospital d’Ontinyent (1509-1563); los judiciarios de los jurantes (1559-1595); el libro de las sentencias de la Claveria de l’Almodi (1572-1582); el libro notarial del pintor y notario Cristòfol Llorens (1577-1578), y el libro de fábrica de la parroquia de Sant Miquel del Raval (1575).

Estos dos últimos libros destacan, el primero de ellos, por contener, además de indicaciones de los documentos firmados por el notario Cristòfol Llorens, toda una de magníficos dibujos a tinta realizados en su condición de pintor y discípulo de Juan de Juanes.

En cuanto al libro de fábrica de la parroquia de Sant Miquel, contiene todas las anotaciones realizadas por la Villa y que están relacionadas con las aportaciones que realizaban los feligreses para la construcción de esta iglesia.

Otra de las unidades archivísticas destacadas es un documento del año 1560 que contiene el inventario de las joyas de la iglesia de Santa María, “joyas de las que hoy en día sólo se conserva el 5 por ciento; todas las demás han ido desapareciendo o han sido destruidas a lo largo de la historia”, según ha indicado Vicent Terol, archivero municipal.

En cuanto a los pergaminos, todos ellos proceden de las cubiertas de distintos volúmenes, que dejaron de ser utilizados al perder vigencia, pero que hoy en día tienen un valor importante.

Destaca el pergamino de 1376 que procede de las cubiertas del libro de sentencias de cuentas de la Claveria de l’Almoí (1572-1582),  un documento público comisionado para investigar las exportaciones fraudulentas de víveres fuera del Reino de Valencia, así como el pergamino de 1368 de la partición de bienes de la herencia de Pere Vidal, vecino de Albaida, del año 1494-1499.

Aparte de los libros y pergaminos, las tareas de ordenación han permitido recuperar un dibujo a tinta de finales del siglo XV y principios del XVI que representa una santa identificada como Santa Lucía, con un devoto a su lado.