Los vecinos del Colador denuncian el deterioro del barrio "por el abandono del alcalde"
Los populares llevan años exigiendo medidas a Enrique Navarro para este barrio, como la limpieza diaria de las basuras y vertidos, el control del tránsito de vehículos pesados, la mejora del alumbrado público o el mantenimiento de la zona deportiva
En este sentido, el portavoz del grupo municipal popular, Salvador Aguilella, ha trasladado las quejas de los vecinos al tripartito, que nunca las ha atendido. “Han sido muchas las propuestas que en los últimos años hemos presentado en el ayuntamiento. Ya en mayo de 2006 trasladamos al pleno las quejas de los vecinos y le propusimos a nuestro alcalde soluciones a adoptar, pero todas fueron rechazadas por Enrique Navarro”, ha lamentado Aguilella.
El barrio de El Colador tiene una estructura y características sociales especiales, que necesita de medidas especiales. Ni el alcalde ni el concejal de urbanismo han mostrado interés por una cuestión “puramente electoral”, ya que se trata de un barrio donde el número de votos es prácticamente inapreciable para los socialistas.
Salvador Aguilella, a petición de los propios vecinos, ha propuesto en reiteradas ocasiones al equipo de gobierno que se haga uso diariamente del servicio de limpieza para el barrio El Colador, que se realice una limpieza diaria de basuras y vertidos, que se controle el tránsito de vehículos pesados, que se mejore el alumbrado público o que se mantenga con dignidad la zona deportiva, entre otras muchas medidas.
“El estado de abandono y suciedad a que tiene sometido el equipo de gobierno a este barrio, nacido de inmigrantes andaluces y manchegos en la época de los años 50 y 60, es inimaginable en cualquier otro municipio de la Comunidad Valenciana”, ha explicado el portavoz de los populares.
Algo tan esencial como la falta de limpieza y mantenimiento en una zona pública, demuestra, una vez más, la falta de voluntad política y desgana, por resolver los problemas diarios de nuestros ciudadanos. Existen vertederos incontrolados llenos de ratas, a tan sólo diez metros de las casas y el paso de transporte pesado sin ningún control es un peligro constante para los vecinos.
En la zona deportiva, por ejemplo, la basura se acumula día tras día y nadie limpia, el recinto carece de vallado y la única valla que hay, además de oxidada, está totalmente deteriorada, con el consiguiente riesgo que esto tiene para los niños que allí juegan y las porterías están en idénticas condiciones que la valla.
“Llevamos años denunciando esta situación sin que nadie actúe. El actual equipo de gobierno parece empeñado en que existan ondenses de primera, de segunda e, incluso, de tercera”, ha lamentado Salvador Aguilella.
