Onda encara la recta final de las obras del Raval que se abrirán al público en una semana

Falta una semana para que los ondenses puedan disfrutar de una de las obras más emblemáticas de los últimos años de la localidad de Onda: el Raval de Sant Josep.

Ahora mismo los operarios están ultimando los últimos retoques, colocando los elementos decorativos, los árboles y terminando el edificio central que será una de las claves de la plaza al ser escenario de actividades culturales de manera continua.

De hecho, el próximo fin de semana un concierto de la Unión Musical Santa Cecilia inaugurará esta plaza que marca un punto de inicio hacia un nuevo modelo de ciudad, priorizando a los ciudadanos y la peatonalización progresiva del centro.

El alcalde de Onda, Salva Aguilella, ha destacado que la obra es importante “primero porque el proyecto ha sido un ejemplo de participación ciudadana durante todo el proceso y va a suponer una gran dinamización del centro de la ciudad” y, además, porque “a diferencia de lo que ocurría antes, el proyecto acaba sin sobrecostes y dentro del plazo marcado a pesar de las dificultades que representan todas las obras en el centro histórico”.

Los vecinos ya pudieron dar su voz y voto cuando, por ejemplo, formaron parte del jurado que eligió el proyecto ganador del concurso de ideas, o cuando propusieron en la presentación del proyecto ganador, en un acto público abierto a todos los vecinos de Onda, la ampliación de la actuación al inicio de otras calles colindantes a la plaza. Tras el concurso de ideas, el primero de la historia promovido por el consistorio ondense, el proyecto elegido fue el diseñado por los ondenses Juan Miguel Gil García, Pasqual Herrero, Anna Morro y Lluís Bort. Y que han sido el equipo director de esta inversión.

La remodelación del Raval, con un presupuesto de unos 400.000 euros, ha supuesto cambiar por completo los 4.400 metros cuadrados de la plaza que serán peatonales, no tienen barreras arquitectónicas y adaptables a diversos eventos sociales. Con esta idea se beneficia a los residentes y a todos los ondenses que ganan un espacio que será una referencia de convivencia a partir del mes de junio.

La reforma convierte el Raval en una plaza con tres áreas diferenciadas, pero integradas: una zona ajardinada de respeto a la Capella de Sant Josep, una plaza de juegos y de eventos vinculada a la escena y, por último, una al norte que consigue un nuevo espacio para el disfrute de todos los ondenses. El nuevo Raval es transformable para cada evento o acontecimiento, a la par que funcionará adecuadamente en su día a día. La flexibilidad en los nuevos usos le permitirá acoger todo tipo de eventos, ferias, actos taurinos y conciertos, ya que no tiene mobiliario fijo y está en un mismo plano.

Es decir, tampoco tiene barreras arquitectónicas, otra mejora pensada en los ciudadanos. Asimismo, otra de las grandes novedades “será la puesta en marcha de una biblioteca en la que habrá desde los últimos títulos literarios hasta prensa y juegos” como reclamo.

Una forma de relanzar la actividad económica
Alrededor de la plaza son ya muchos los vecinos quienes han pedido abrir un negocio, centrados la mayoría en la restauración, lo que supondrá todo un impulso a la actividad económica de la localidad. Al mismo tiempo, el proyecto ha incluido el uso de material cerámico como seña de identidad de la plaza, con criterios estéticos, funcionales y de innovación, que ayudarán a que Onda sea escaparate del azulejo local en los espacios públicos.

Además de aplicaciones novedosas, en los próximos meses también habrá mobiliario urbano creado con cerámica y como resultado del premio a la innovación en material urbano de Cevisama y en el que resultaron ganadores dos arquitectos ondenses, convirtiendo el nuevo raval en un ejemplo de lo que puede ofrecer Onda.