Onda ha destruido tanto empleo en 2010 como Vila-real y L’Alcora juntos
La ciudad va camino de los 4.000 parados y, con el 26% de la población activa sin poder trabajar, se mantiene como la población de la provincia con la tasa de desempleo más elevada, hasta el punto de multiplicarla por cinco en lo que va de legislatura
Durante el 2010, el paro en Onda ha aumentado en 393 personas, por las 397 que acumulan, juntas, Vila-real y L’Alcora.
El grupo municipal popular de Onda ha denunciado la pasividad del alcalde ante este grave problema. “El paro sube mucho más en nuestra ciudad que en las de nuestro alrededor y, sin embargo, Enrique Navarro, cuando licita una obra o adjudica un servicio municipal, prefiere dárselo a empresas y trabajadores de fuera de la ciudad, como si ésta no fuese una manera de colaborar a reducir el paro en Onda”, ha lamentado hoy Vicente Ramón, secretario general de los populares en esta ciudad.
La ciudad azulejera ha cerrado el mes de abril con 3.575 parados, según datos del Ministerio de Trabajo, lo que la convierte en la población que encabeza el ritmo de destrucción de empleo en la provincia de Castellón.
En datos porcentuales, el 26% de la población activa del municipio no encuentra trabajo, y en cifras más de 500 ondenses han perdido su trabajo en los últimos seis meses.
Desde que hace tres años Enrique Navarro arrancó la legislatura, el paro en la localidad se ha quintuplicado, pasando de 668 parados a los 3.575 actuales.
Estos datos son consecuencia, en parte, a las adjudicaciones del alcalde a empresas foráneas y a la falta de medidas municipales para incentivar la economía de la ciudad, como sí sucede en el resto de poblaciones limítrofes, además de al rechazo del Gobierno de España a aprobar un plan estratégico para el azulejo, que hubiese frenado la sangría de desempleados que en la actualidad produce este sector.
El equipo de gobierno vetó ayudas al sector del azulejo
El tripartito que gobierna en Onda y que dirige el PSPV-PSOE ha impedido que salga adelante la propuesta popular de reducir el IVA a la cerámica, con tal de que el sector pueda volver a generar empleo. Dicha medida hubiese supuesto un ahorro anual para las empresas de 92 millones de euros, lo que hubiese reducido los costes de producción y, por lo tanto, un freno a la sangría a la pérdida de puestos de trabajo que se está produciendo sin freno en la cerámica y que afecta tan gravemente a Onda.
