El sector reivindica mayor unidad entre los productores y pide que no se publiciten los aforos antes de la campaña
El momento culminante del IX Congreso de Citricultura de La Plana celebrado estos días en Nules llegó con la celebración de la Mesa Redonda en la que estaban representadas las asociaciones profesionales y sindicatos más importantes de la Comunidad Valenciana, con el objetivo de analizar la campaña citrícola 2008/2009. Las conclusiones a las que se llegó tras la exposición de los cinco participantes fue la importancia de la unión de los productores para lograr una mayor rentabilidad del fruto, así como la necesidad de no publicitar los aforos al inicio de la campaña, ya que se crean una serie de expectativas que, como se ha demostrado este año, no se han cumplido y han causado graves perjuicios.
En esta mesa de debate en la que participaron Juan Safont (Presidente de Anecoop), Josep Botella (Secretario General de la Unió de Llauradors), Doménech Nàcher (Secretario Tècnico de FEPAC-Asaja Castellón), Juan Cantavella (Presidente del Grupo Intercoop) y Jorge García (Presidente de Asociex), volvió a ponerse de manifiesto que el desbloqueo de la situación de crisis que viene arrastrando el sector desde hace unos cinco años debería pasar necesariamente por la búsqueda de nuevas variedades más tardías, que permitan alargar la campaña, así como la búsqueda decisiva de nuevos mercados. Así, en este punto, se reforzó lo planteado en las ponencias que se han desarrollado a lo largo del Congreso, en las que se presentaron los últimos avances del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) en materia de variedades triploides o las nuevas variedades de cítricos.
Entre las cifras manejadas en el debate destacó de forma especial el hecho de que aproximadamente un 60% de los agricultores trabajan libremente, es decir, no están vinculados a ninguna asociación o cooperativa citrícola. Así, se reivindicó la necesidad de unirse para combatir conjuntamente con los problemas a los que se enfrenta el sector.
Todos los participantes en la mesa redonda coincidieron en valorar positivamente la inclusión de este tipo de debates en el Congreso, convirtiendo así esta cita en un foro de debate en el que los técnicos, los investigadores y los pequeños y medianos productores tienen la posibilidad de poner en común sus inquietudes y propuestas.
Tras la mesa redonda se celebró el acto de clausura del Congreso, en el que participó Eduardo Primo, profesor e investigar del IVIA y miembro del Comité de Honor, quien no dudó en afirmar que “por el Congreso de Citricultura de Nules ha pasado la historia de la investigación valenciana en este ámbito”. Primo aseguró que es indispensable que los profesionales del sector “apoyen a los investigadores”, dado que en sus manos está la solución para gran parte de los problemas que van surgiendo a lo largo del tiempo y recordó que para alcanzar resultados efectivos, es indispensable realizar amplias investigaciones que no aportan soluciones de forma inmediata. En cualquier caso aseguró que en este Congreso se ha demostrado que “investigaciones relacionadas con las variedades triploides y con las nuevas variedades de cítricos, que se han presentado en este Congreso y que son la conclusión de muchos años de trabajo, han llegado en el momento en el que el sector más las necesita”.
En esta clausura también se valoró lo acertado del cambio de la fecha del Congreso que, tal y como destacó el concejal de Agricultura, decidió incluirse en el período de producción y recolección de la naranja. El interés de las ponencias ha conseguido que se duplique la participación en esta cita de debate, por lo que desde la organización ya se ha alcanzado el compromiso de volver a organizar el X Congreso de Citricultura en estas fechas en el año 2011.
Previamente a la celebración de la Mesa Redonda se expuso la quinta ponencia del Congreso sobre Trazabilidad y Seguridad Alimentaria, que corrió a cargo de Vicente Dalmau, ingeniero agrónomo del Servicio de Inspección Fitosanitaria de la Conselleria de Agricultura. En su exposición, recordó a los agricultores su obligación de realizar un registro de su producción, desde el tipo de tratamientos que se aplican, en qué cantidades o para combatir qué plagas. En definitiva, el pequeño productor, al igual que los comercios y cooperativas y todos los sectores implicados en la comercialización de los cítricos, están obligados a cumplir con los criterios de la trazabilidad exigidos por la nueva normativa europea.
