Noelia Verdú y Patricia Micó, elegidas nuevas reinas de las fiestas de Novelda
En un brillante acto en el que también fueron proclamados los cargos festeros
Novelda ha dado el pistoletazo de salida a sus fiestas patronales y de Moros y Cristianos en honor a Santa María Magdalena con el acto de la elección de reina, proclamación de cargos festeros y el pregón desarrollado anoche en el parque Auditorio Municipal ante más de un millar de vecinos e invitados.
Un curioso sistema de abanicos permite elegir al azar a las representantes de las fiestas mayores de Novelda de entre las reinas de todos los barrios de la población. En este caso el cargo de Reina Mayor ha recaído en Noelia Verdú, del barrio de La Cruz, mientras que la Reina Mayor Infantil es Patricia Micó, del barrio Sector Centro. En el transcurso del acto también se dio a conocer a los diferentes cargos festeros, en especial q quienes ostentarán el cargo de Reina y Sultana y sus respectivos alféreces, de las fiestas de Moros y Cristianos.
Uno d ellos momentos más esperados fue el pregón pronunciado en esta ocasión por el presidente de Caja Medietrráneo (CAM), Modesto Crespo. Una persona con raíces en Novelda ya que su bisabuelo fui alcalde a finales del siglo XII y principios del XX de esta localidad, cuando apenas contaba con unos 10.000 habitantes, la tercera parte de lo que tiene en la actualidad, y precisamente recibió el título de Ciudad. Además su abuelo fundó la empresa de transportes La Noveldese. Su pregón estuvo cargado de los sentimientos que conserva de una población y sus gentes a los que ensalzó en todo momento. Crespo llegó a decir que “me siento como un noveldense más”, y recordó que todos los años se reúne con su familia en la tradicional bajada de la Santa desde el santuario en el cerro de La Mola.
Por su parte la alcaldesa de la ciudad, Milagrosa Martínez, agradeció a todos los festeros su trabajo y dedicación y dijo que “gracias a las fiestas, los que aquí vivimos, experimentamos que, por unos días, el pueblo se ilumina y, en cierto modo, se rehace. Y los que un día, más o menos lejano, emigraron, pueden encontrar sus raíces, las caras amigas, los olores familiares. La fiesta se convierte así en un espacio para el encuentro, para el rejuvenecimiento, para la nostalgia y, sobre todo, para las ilusiones que cada año se renuevan”.
