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Bienestar Social ha destinado este año más de 400.000 euros para financiar 63 programas dirigidos a personas con enfermedad mental crónica

  • Pedro Hidalgo destaca la trascendencia sociosanitaria de la enfermedad mental y la necesidad de una coordinación entre los diferentes órganos competentes

  • El director general de Personas con Discapacidad y Dependencia ha inaugurado unas jornadas organizadas por FEAFES C.V.

  • En estos momentos, la Comunitat Valenciana cuenta con una red de 80 centros y 2.368 plazas para personas con enfermedad mental crónica

El director general de Personas con Discapacidad y Dependencia, Pedro Hidalgo, ha destacado la colaboración de la Conselleria de Bienestar Social con las entidades locales y entidades sin ánimo de lucro “para mejorar la atención y conseguir la integración sociolaboral de las personas con enfermedad mental crónica, y para ello hemos financiado con 432.522 euros un total de 63 programas dirigidos a mejorar su calidad de vida y la de sus familias”.

El director general de Personas con Discapacidad y Dependencia ha realizado estas declaraciones durante la inauguración en Ontinyent de las II Jornadas ‘Intervención y sensibilización en el ámbito laboral y socio-sanitario en personas con enfermedad mental’, organizadas por FEAFES C.V. (Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Comunidad Valenciana).

En su intervención, Hidalgo ha señalado que es tarea de todos “actuar de forma decidida para la normalización de la enfermedad mental. Debemos acabar con el rechazo social de una problemática que afecta a todos los sectores sociales”, y en este sentido ha destacado que la Generalitat “es consciente de la trascendencia sociosanitaira de la enfermedad mental y por tanto se trabaja desde una coordinación entre los diferentes órganos competentes para una adecuada atención a las personas que la padecen”.

Respecto a la evolución de la red de recursos sociosanitarios para las personas con enfermedad mental crónica que hay en la Comunitat Valenciana, el director general de Personas con Discapacidad y Dependencia ha resaltado que la creación de plazas, tanto residenciales como de atención diurna, “ha sido y es una de las prioridades para la Conselleria de Bienestar Social, por lo que en los últimos años se ha producido un importante incremento que ha permitido que en estos momentos contemos con una red de 80 centros y 2.368 plazas”.

Concretamente, hay 15 CRIS (Centro de Rehabilitación e Inserción Social) con 943 plazas, 2 Centros Ocupacionales con 40 plazas, 11 Centros de Día con 203 plazas, 17 CEEM (Centros Específicos de Enfermos Mentales) con 674 plazas, 5 Residencias con 358 plazas, y 30 Viviendas Tuteladas con 150 plazas.

Programas de convivencia, cooperación social y prevención
La Conselleria de Bienestar Social destina anualmente ayudas y subvenciones para el desarrollo de programas dirigidos a mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad mental crónica y sus familias. Se trata de programas puestos en marcha por entidades locales y entidades sin ánimo de lucro y que tratan de satisfacer las necesidades especiales de estas personas que viven en un entorno social y familiar.

Por un lado, se financian programas de convivencia que tratan de favorecer la integración comunitaria a través de los recursos normalizados y las relaciones con otras personas, como son los programas de ocio y tiempo libre, los clubs y los campamentos de verano.

Asimismo, se subvencionan programas de cooperación social destinados a potenciar la vida de la comunidad, propiciando la participación en tareas comunes y fomentado la iniciativa social. Entre estos programas, se encuentran los que ponen en marcha grupos de autoayuda, acogida y vuelta a casa, y las actividades de fomento de la participación social.

Y por último, los programas de intervención para la prevención e inserción social que apoyan tanto a las personas con discapacidad como a su entorno familiar. Programas como el respiro familiar, apoyo e intervención domiciliaria, apoyo a la prevención de recaídas, intervención psicosocial y psicoeducativa con familias, y campañas de mentalización y sensibilización.

 

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