Rafa Miró: “Con la muestra de Victoria Cano queremos reforzar la colaboración con la Academia de España en Roma”
El secretario autonómico de Cultura inaugura la muestra ‘El poder de la huella’ en la Real Academia de España en Roma
La exposición, organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, es una selección de sus últimos trabajos en los que se aprecia una diversidad de lenguajes y disciplinas: pintura, dibujo, vídeo-instalación, escultura…
Más de una centena de obras le valen a Victoria Cano para transmitir al espectador un mensaje que se repite a lo largo de toda su trayectoria: la simbiosis entre el ser humano y la naturaleza en continua transformación.
Para Rafa Miró “la muestra reconoce, entre otras cosas, la versatilidad, talento y capacidad a partir de las cuales esta reconocida artista ha venido consolidando su carrera dentro de la estética más actual e innovadora”.
“Esta muestra, cargada de simbolismos mira con especial atención y con gran afecto a la ciudad de Roma. Victoria Cano, estuvo pensionada desde 1982 y hasta 1983 en la Real Academia de España en Roma. Tras 27 años vuelve a ocupar sus salas transformada ya en una artista de una gran calidad y prestigio en el panorama internacional”.
Miró ha subrayado que “con la exposición de Victoria Cano en la Real Academia de España en Roma, queremos reforzar y dar un nuevo impulso a la vinculación que ha existido siempre con esta institución a través del Consorcio de Museos de la Conselleria de Cultura y Deporte.
“Esta colaboración nos permitirá seguir promocionando al arte valenciano y a nuestros artistas en el extranjero y haciéndolo además con una de las instituciones de mayor prestigio en el mundo”
“Con 130 años de historia y más de 600 pensionados, la Real Academia de España en Roma es el referente más antiguo y consolidado de la presencia cultural de España en Roma”.
Cuna de grandes maestros del arte y la cultura universales, por la Academia han pasado numerosos artistas valencianos, muchos de los cuales se convirtieron más tarde en sus directores: los hermanos Mariano y José Benlliure, Manuel Benedito o Muñoz Degraín.
No sólo a lo largo de la historia, también en la actualidad hay muchos artistas valencianos o afincados en Valencia que fueron becarios de la Academia como Juan Olivares, Joel Mestre, Javier Garcerán o la propia Victoria Cano.
Según Miró “el desarrollo del arte valenciano ha estado siempre muy relacionado con la Real Academia de España en Roma, y al mismo tiempo la Academia se ha visto influenciada también por los pensionados, becados y directores que han dejado ‘su huella’ en ella. De esta forma existe una vinculación histórica entre el ámbito artístico de nuestra Comunitat y la institución académica”.
‘El poder de la huella”
Tomando como eje central la huella dactilar, en la muestra se pueden apreciar tres conceptos básicos que se mezclan continuamente: ser humano, naturaleza y arquitectura.
La huella dactilar, símbolo de la identidad del ser humano, trasladada a la naturaleza a grandes escalas son los surcos que forma la tierra, a su vez la huella es en la arquitectura como una microestructura en comparación con las grandes edificaciones (en sentido metafórico podríamos decir que las ruinas de Roma son las huellas que ha dejado el hombre a lo largo del tiempo).
Así en la exposición se pueden apreciar libros que vuelan como pájaros en la naturaleza que son a su vez el espíritu inquieto del ser humano; árboles que representan los brazos de una persona o incluso cuadros que hablan.
Las cuatro salas de la Academia viven así, estaciones del año diferentes donde se van combinando diversidad de colores (amarillos, rojos, azules, verdes) con temáticas también versátilmente diferenciadas (arquitecturas, naturalezas, perfiles, identidades, etc.). Todo un extenso repertorio de fantasía.
Interacción con el espectador
Los nuevos lenguajes del arte contemporáneo persiguen que la obra interactúe con el espectador, que éste participe y se integre con ella. En la obra de Victoria Cano esta idea queda reflejada de una forma muy explícita. Por un lado una vídeo-instalación muestra las reflexiones a cerca de la vida que hacen alrededor de 200 personas de la calle, de diferentes edades, profesiones, cultura o condición social.
Al mismo tiempo la artista ha dejado una obra inacabada, de manera que los espectadores que pasen por la exposición la irán completando con sus huellas dactilares. Así se estrechan los lazos entre la pintora, su obra y el espectador de forma que éste participe de su creación.
Victoria Cano ha querido rendir un homenaje con una de sus piezas de la exposición a muchos otros artistas que como ella se formaron en la academia años atrás y cuyas obras la han inspirado en su carrera.
