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LA UNIÓ dice que Castilla-La Mancha se quiere apropiar del agua cuando ésta no debería tener ni dueños ni fronteras

  • Aprobada una reserva hídrica para Castilla-La Mancha de 4.000 hectómetros cúbicos en la ponencia de la Comisión Constitucional del Congreso

El Secretario General de LA UNIÓ señala que “Castilla-La Mancha pretende apropiarse para toda la vida de una cantidad importante de agua cuando se trata de una cuestión que no debería tener ni dueños ni fronteras y debería poder ser utilizada por todos”.

Esta es la reacción de LA UNIÓ a la aprobación hoy, en la ponencia de la Comisión Constitucional del Congreso, del texto de reforma del Estatuto de Autonomía, donde se incluye la reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos de agua para Castilla-La Mancha en el preámbulo de la misma. Se ha aprobado con el respaldo de PSOE y CiU, el voto en contra de UPyD, y la abstención del Grupo Popular e IU. La aprobación del texto significa que se incorporará al dictamen y la Comisión Constitucional, que se reunirá próximamente, se pronunciará ya sobre el conjunto.

LA UNIÓ indica que esta decisión es un primer paso muy peligroso en la guerra entre comunidades autónomas porque ninguna Administración puede arrogarse reservas de agua en exclusiva para sus habitantes al margen de la planificación hidrológica. No se puede aceptar además una reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos porque en un año con gran pluviometría como el actual, Castilla-La Mancha almacena casi 3.000 hectómetros y la media de la última década es de 1.800. La comunidad vecina quiere reservarse de este modo más de lo que tiene o ha tenido durante los últimos tiempos.

LA UNIÓ señala que el futuro de los regadíos dependientes del trasvase se ve ahora más amenazado que nunca por una decisión política. Josep Botella afirma que “se pone en peligro una forma de vivir, de trabajar, de crear riqueza, empleo y desarrollo, a raíz de un modelo que se implantó hace ya más de 25 años y en el que agricultores y Administraciones han realizado grandes inversiones en infraestructuras para el futuro de unas 70.000 personas”. Botella señala que “a la hora de emprender una decisión sobre el trasvase se debería pensar en el futuro de muchos agricultores y familias de Alicante e incluso en el agua de consumo que se aporta a zonas de la provincia”.

LA UNIÓ espera que los diputados de la Comunitat Valenciana trabajen y defiendan los intereses de los agricultores alicantinos, para que después se plasme en su votación en contra en el Congreso de incluir esta reserva hídrica en el estatuto castellano-manchego. LA UNIÓ seguirá dando su apoyo a los regantes y participará en todas las iniciativas que se lleven a cabo para mantener el trasvase Tajo-Segura.

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