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Blasco: “El empadronamiento del inmigrante muestra su voluntad por integrarse”

  • El conseller dice que la incapacidad del Gobierno por impulsar una política de Estado en materia de inmigración conlleva que se le rebelen sus propios ayuntamientos

  • El conseller recuerda que la situación legal del inmigrante es competencia del Estado y destaca la política activa del Consell por la integración

  • Tanto la Ley de Integración como la Ley de Participación fomentan el empadronamiento

El conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, ha señalado que la política de integración impulsada desde el Consell recoge el empadronamiento como “un acto muy importante” porque del mismo, a su juicio, se derivan toda una serie de derechos y deberes para cualquier persona residente en nuestra Comunitat. Cualquier negativa a empadronar una persona, con independencia de su situación legal, la condenaría a no poder acceder a la sanidad, educación y otros servicios sociales. Estamos hablando siempre de personas que merecen un respeto.”

“La entrada y salida de personas de nuestro país es un asunto que compete al Gobierno pero no a la Generalitat ni a los ayuntamientos, los cuales, entre sus competencias, sí que está el impulso de las políticas de integración dirigidas a todas aquellas personas que residen en la Comunitat, al margen de su situación administrativa, cuya regulación, insisto, compete al Gobierno de España”, ha declarado el conseller de Solidaridad y Ciudadanía. Blasco ha afirmado que el empadronamiento da acceso a unos derechos básicos para la integración en nuestra sociedad como es la escolarización de los menores, entre otros.

“El Gobierno socialista es incapaz de impulsar una verdadera política de Estado en materia de inmigración y ahora incluso su propio partido en Cataluña ha apoyado un acto de rebeldía en contra de su propia Ley negando el empadronamiento a personas que carecen de papeles”, ha puesto de relieve el conseller.

El Reglamento de la Ley 15/2008 de Integración de las Personas Inmigrantes en la Comunitat establece literalmente que la integración de las personas inmigrantes en la sociedad valenciana implica el reconocimiento de una serie de derechos, así como el cumplimiento de unos deberes que parten de las normas de convivencia y organización que se ha dotado democráticamente la sociedad.

Con el fomento del empadronamiento –ha puntualizado Blasco- se incentiva la integración de las personas inmigrantes y extranjeras mediante su participación en la vida política, social y cultural del pueblo valenciano, sea cual fuere su condición legal y administrativa. Así lo contempla también la Ley de Participación Ciudadana que en su artículo 4.2 otorga la condición de valenciano a todo aquel que reside en la Comunitat. La condición de residente se obtiene mediante su inscripción en el padrón, acto voluntario cuya competencia es exclusivamente municipal y que en la Comunitat se acepta para las personas inmigrantes con independencia de su situación legal y administrativa.

El propio Manual de la Escuela de Acogida contempla un área de información práctica con un apartado específico dirigido al empadronamiento. A la pregunta quién puede empadronarse, el Manuel afirma que todas las personas residentes en cualquier municipio de la Comunitat pueden hacerlo con independencia de cuál sea su situación jurídico-administrativa.

La Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía impartirá este año más de 6.500 horas distribuidas en 164 cursos para doblar el alumnado –en concreto superar los 5.000- que durante el año 2009 siguió el Programa Voluntario de Comprensión de la Sociedad Valenciana.

La previsión para 2010 –ha explicado hoy Blasco- es de 164 cursos de 40 horas de duración, de los cuales 112 se desarrollarán en asociaciones/entidades de inmigrantes, 12 en las Agencias AMICS de Valencia, Castellón, Orihuela y Vinaroz, así como 40 en otras 20 escuelas previstas de inaugurar en AMICS de los principales núcleos poblacionales (especialmente en las mancomunidades).

Para Blasco, “la integración es condición básica para el mantenimiento de la cohesión en una sociedad avanzada como la nuestra. Sin la consecución de ese objetivo fracasarían las nuevas políticas sociales, la solidaridad. El secreto subyace en una voluntad bidireccional, en un esfuerzo de los que llegan y de los que acogen por alcanzar el tan deseado como eficaz conocimiento mutuo”.

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