La Estrategia Territorial adaptará el crecimiento urbanístico de los municipios al aumento de su población
La medida persigue un consumo racional y sostenible de un recurso escaso como el suelo
Los planes generales sólo podrán aumentar el suelo residencial si hay un incremento de población que lo justifique
Esto significa que los conciertos previos y Planes Generales, documentos que establecen las bases del desarrollo urbanístico de un municipio, sólo podrán aumentar el suelo de uso residencial para la construcción de nueva viviendas si existe una demanda de población que así lo justifique.
El fundamento de esta medida, ha explicado la directora general de Territorio y Paisaje, Arancha Muñoz, es que el suelo, al igual que la energía o el agua, “es un recurso escaso. De esta premisa se deduce que son necesarios los mecanismos públicos de control para que el consumo de suelo responda a necesidades reales de la población y no a fines especulativos”.
De este modo, el incremento de la ocupación de suelo y el de la población se producirán exactamente en los mismos términos. Por ejemplo, si en un municipio está previsto que la población aumente en un 10%, el crecimiento del suelo urbanizable no puede ser superior a este porcentaje. La Estrategia establece, además, mecanismos correctores para que esta medida no perjudique a los municipios más pequeños.
“De esta forma, además, se garantiza el cumplimiento de la Ley de Ordenación del Territorio y de Protección del Paisaje en cuanto a la conservación del modelo de ciudad tradicional mediterránea que es la que menos suelo consume, menos energía y menos emisiones de CO2 genera”, ha subrayado Arancha Muñoz.
Esta medida de control del consumo de suelo se realizará a través de las Comisiones Territoriales de Urbanismo, organismo de la Conselleria de Medio Ambiente en el que se aprueba el planeamiento urbanístico municipal.
Previsiones de suelo residencial
Así, cuando un municipio presente ante la Conselleria de Medio Ambiente un Concierto Previo, Plan General o revisión de Plan General se examinará el suelo urbanizado y urbanizable del que dispone en la actualidad y cuáles son sus previsiones de crecimiento del suelo residencial. El Ayuntamiento tendrá que aportar también un Estudio Demográfico, que deberá estar en consonancia con las previsiones de aumento poblacional que la Estrategia tiene para el municipio.
Una vez el Ayuntamiento ha realizado su propuesta, la Conselleria de Medio Ambiente dará el visto bueno únicamente a los documentos de planeamiento que prevean un crecimiento urbanístico igual al incremento de la población.
Además, la Estrategia fija límites concretos para cada municipio, a partir de criterios demográficos y de ordenación del territorio, de manera que, tomando como horizonte el año 2026, Valencia podría desarrollar su suelo residencial un 7%; Xàtiva, un 36%; Elda, un 46% y Morella, un 28%, entre otros ejemplos.
La Estrategia Territorial otorgará, sin embargo, a los municipios un margen de flexibilidad en los límites a la ocupación de suelo. El objetivo de este margen es impedir que puedan producirse alzas desproporcionadas en el precio del suelo y de la vivienda, de manera que se eviten procesos especulativos.
