Blasco: “Contra la pobreza hay que actuar desde lo público y lo privado"

El conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, ha anunciado hoy la necesidad de concitar voluntades y acciones conjuntas para poner en marcha iniciativas desde el ámbito público y privado con el fin de fomentar el capital humano que “representa la solidaridad al servicio de la dignidad de las personas”. Blasco ha inaugurado hoy el VIII Congreso Internacional de IDEA (Asociación Internacional de Ética del Desarrollo), que por primera vez se celebra en Europa para afrontar el reto de la pobreza, y se ha comprometida a asumir como “guía de las políticas de la Generalitat” las conclusiones de este encuentro que tiene lugar en Valencia.

No obstante, el conseller ha anunciado hoy que la Generalitat aumentará su contribución a las zonas más pobres del mundo y así incrementará en las ayudas públicas a entidades los porcentajes dedicados a los Países Menos Adelantados (PMA) del 14% en 2009, al 16% previsto para 2010, conforme la petición del Pacto Valenciano contra la pobreza, las recomendaciones de las Naciones Unidas y en cumplimiento del compromiso que asumimos en el Plan Director de dedicar el 20% del total de las ayudas a los mencionados países en el 2011.

“La pobreza es uno de los problemas fundamentales y ante la cual hay que adoptar decisiones concretas para ayudar los mil millones de personas que son pobres. La cooperación valenciana está presente en más de 40 países. Y es, precisamente, la pobreza el eje prioritario de los proyectos que se están desarrollando”, ha señalado Blasco.

En este congreso han participado en su inauguración la directora de ETNOR, Adela Cortina, quien ha apuntado la necesidad de un “deber ya” de la humanidad por el desarrollo de las personas y para ello ha instado a que se pongan todos los recursos académicos, ciudadanos, políticos y empresariales a su servicio. “Si no aglutinamos esos esfuerzos y no hay sinergias no alcanzaremos esa meta del desarrollo humano”, ha enfatizado la catedrática de Ética y Filosofía Política. Por su parte, el rector de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás, ha reconocido que uno de los retos de las universidades pasa por contribuir al desarrollo humano y contribuir a la justicia social para que el bienestar se extienda a todas partes.

En este sentido, la Generalitat trabaja por reducir el número de personas que pasan hambre en el mundo, apoyando iniciativas vinculadas a la agricultura, la soberanía alimentaria o el reparto de alimentos en emergencias. En ese tiempo, ha aportado cerca de 30 millones de euros a las diferentes ONGS valencianas. La Comunitat cumple las recomendaciones establecidas por Naciones Unidas en los Objetivos del Milenio.

Rafael Blasco, ha recordado que Consell priorizará el derecho a la alimentación en su Plan de Cooperación. Se apoyarán los programas destinados a garantizar el derecho a la alimentación, mejora de infraestructuras, tratamiento y control de agua, sostenibilidad medioambiental, así como el acceso a una vivienda digna. Las ayudas destinadas a estos sectores alcanzarán como mínimo el 50% de las ayudas concedidas. “Casi una sexta parte de la humanidad está hambrienta y desde la Generalitat somos conscientes de esta situación y prevalecen las iniciativas dirigidas a este sector”, ha afirmado Blasco.

Más de 40 acciones para mejorar la autonomía alimentaria
Hoy por hoy continúan ejecutándose, a través de la cooperación valenciana, más de una cuarentena de acciones destinadas a mejorar la autonomía alimentaria de las poblaciones menos favorecidas del mundo (Ecuador, Colombia, Nicaragua, Perú, El Salvador, Bolivia, El Chad, Burkina Fasso, República Dominicana, Jordania o los Territorios Palestinos).

Entre otras intervenciones, la Generalitat subvenciona proyectos formación agrícola en Bolivia, en donde se espera que más de 4.000 familias fortalezcan la red de comercialización de sus productos. En Perú, se trabaja en un proyecto de mejora de la producción pecuaria que beneficiará a los más de 4.000 vecinos otras comunidades indígenas del país. En Burkina Fasso 400 familias verán mejorado su acceso a los alimentos gracias a acciones de aumento de la productividad y fomento del asociacionismo. En Senegal, se trabaja en la formación de 100 jóvenes como empresarios agrícolas. En el Chad, se calcula que 200 familias recibirán microcréditos rotativos para la producción de mijo y maíz. Unas acciones que, se calcula, mejorarán la autonomía alimentaria de más de 50.000 personas directamente.