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Investigadores del IIS-la Fe evidencian el papel protector de un polimorfismo del gen de la Caspasa 8 frente al cáncer de mama

Investigadores del IIS-la Fe evidencian el papel protector de un polimorfismo del gen de la Caspasa 8 frente al cáncer de mama
  • El Sistema de Información Oncológico de la Comunitat Valenciana registra una incidencia de 1.894 casos nuevos de cáncer de mama anuales, entre ellos el 5-10% se tratan de casos hereditarios

  • Las mujeres con las mutaciones genéticas BRCA y CASP8 positivas tienen menor riesgo (50% de probabilidad) de padecer cáncer de mama

Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe, pertenecientes al Laboratorio de Biología Molecular del Servicio de Análisis Clínicos, han comprobado que la presencia del poliformismo CASP 8 p.D302H (gen iniciador del proceso de la apoptosis o muerte celular programada) disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama en las mujeres portadores de las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.

El gen de la Caspasa 8 es el iniciador del proceso de la apoptosis cuando la célula empieza a presentar daño. Este gen se encuadra dentro de los denominados genes de baja penetrancia, y se calcula que un 13 por ciento de las mujeres son portadoras del polimorfismo protector de CM.

Dentro de los casos de cáncer de mama estudiados (CM), existe un subgrupo caracterizado por presentar mutaciones en los genes denominados BRCA1 y BRCA2. Las mujeres en las que se detecta una mutación patogénica en alguno de estos dos genes tiene un riesgo muy alto (45-85%) de desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida. Además, al tratarse de mutaciones de células germinales, los portadores pueden transmitir el alelo mutado a sus descendientes (familias con CM hereditario).

La existencia de mutaciones en los genes BRCAs se cree constituye el principal factor genético de predisposición a padecer cáncer de mama. Sin embargo, y dada la gran variabilidad y heterogeneidad en el riesgo real de desarrollar CM, tanto en el grupo de mujeres portadoras de mutaciones en los genes citados (riesgo entre 45-85%) como en el resto de mujeres, se considera que posiblemente factores epigenéticos tales como el estilo de vida, la dieta, y factores medioambientales, puedan también influir forma determinante.

Centrándose en el estudio de los factores genéticos, en el Laboratorio de Biología Molecular, dirigido por el Dr. Pascual Bolufer, están investigando nuevos marcadores moleculares que ayuden a discriminar de forma más adecuada el riesgo a desarrollar CM que presenta cada mujer.

Los resultados de la investigación, publicados en la revista científica Breast Cancer Research señalan el papel de los polimorfismos RAD51-135C>G, TP53 p.R72P, NQO1*2 y CASP8 p.D302H como modificadores del riesgo de cáncer de mama y/o cáncer de ovario en el grupo de mujeres con mutación en los genes BRCA1 o BRCA2.

Del estudio llevado a cabo en 390 mujeres portadoras de mutaciones BRCA1/BRCA2 de 131 familias no relacionadas entre sí, se concluye que no se han encontrado diferencias significativas en la incidencia y/o edad de diagnóstico del CM en los portadores de los polimorfismos RAD51 -135C>G, TP53 p.R72P y NQO1*2 en relación con los no portadores.

Por el contrario, la presencia de CASP8 p.D302H está fuertemente asociada con la ausencia o retraso en la aparición de CM. Las mujeres CASP8-positivas presentan la enfermedad como media a partir de los 58 años, frente a los 47 años para las CASP8-negativas. Además, las mujeres CASP8-positivas muestran un 50% de probabilidad de estar libre del CM a la edad de 78 años frente al 2% de las CASP8-negativas.

“En el caso del cáncer de mama hereditario, caracterizado por las mutaciones en el gen BRCA, las afectadas no es que carezcan de la variante protectora del gen de la caspasa 8, sino que presentan un gen de alta susceptibilidad, el BRCA, cuya mutación per se es suficiente como para desarrollar un cáncer”, explica Sarai Palanca, investigadora del proyecto y especialista de Análisis Clínicos del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital la Fe.

“La existencia de estos genes protectores, como en este caso la CASP8 p.D302H, puede hacer que el cáncer en este tipo de mujeres se desarrolle en edades más avanzadas”, explica el Dr. Pascual Bolufer, Jefe del laboratorio de Biología Molecular, de la Unidad de Análisis Clínicos del Hospital La Fe.

El estudio concluye, por tanto, que la presencia del polimorfismo CASP8 p.D302H disminuye el alto riesgo de CM conferido por las mutaciones BRCA1/BRCA2, que posibilita que algunas mujeres portadoras puedan eludir la enfermedad a lo largo de su vida.

La Dra. Eva Esteban, investigadora del Laboratorio de Biología Molecular, apunta que “estos nuevos datos sobre genes modificadores del riesgo ayudarán en la práctica clínica a tener una estimación más real del riesgo de CM más individualizada en cada mujer, y en un futuro puede abrir caminos a nuevas estrategias terapéuticas”.

Importancia del estudio de los polimorfismos

La importancia sanitaria del estudio de estos polimorfismos puede ser doble. Por una parte, permitirá evaluar el riesgo de CM familiar del 80% de las pacientes en las que no se detectan mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2. Aquellas familias en las que el modelo poligénico pudiera ser la causa de su alto riesgo constituirían otro grupo genético diferente, en el que pudiera existir también implicaciones clínicas.

Y, por otro lado, en los portadores de mutaciones podría evaluarse de manera más precisa y personalizada del riesgo real de padecer CM.

Laboratorio de Biología Molecular del Hospital La Fe

El Laboratorio de Biología Molecular es el laboratorio de referencia del Programa de Consejo Genético en Cáncer de Mama Hereditario para toda la Comunidad Valenciana para el estudio molecular de las mutaciones BRCA1 y BRCA2. Está integrado en la Unidad Acreditada de Cáncer del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital La Fe.

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