El envío de flores internacional
Si hay un sector que está especialmente marcado por la estacionalidad es el mercado de los arreglos de flores a domicilio. El consumidor tipo únicamente recurre a regalar y enviar flores a domicilio en Santiago y regiones en fechas muy puntuales: cumpleaños, defunciones y fechas románticas. San Valentín supone todo un revulsivo para el sector. Las nuevas tecnologías también han arribado a la venta floral, animando los datos del sector a niveles récord. Sin embargo, es muy probable que cuando nos decidimos por realizar el envío de arreglos florales en Chile, no nos paremos a pensar en todo lo que envuelve al sector y las alternativas de envío existentes.
Según los datos de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores (APEF), estiman que la celebración de San Valentín supone un 7% de las ventas anuales del sector chileno, siendo uno de los hitos más destacados junto con el Día de la Madre y el Día de Todos los Santos.
Los grandes productores
Si bien es cierto que en América Latina se dispone de unas características de espacio y naturaleza que lo convierte en un productor nato (un amplio territorio para la producción, grandes reservas de agua potable, una variedad de especies únicas y las horas de sol necesarias para un óptima floración), la realidad demuestra que otros son los trenes que están copando los mercados de la exportación de flores.
Pero, ¿quién es el primer exportador mundial de flores? ¿Qué país es el que más flores importa para el consumo interno y la venta a domicilio? ¿De dónde provienen las flores y plantas que podemos adquirir en floristerías y tiendas de venta online de arreglos florales?
A pesar de lo que se pueda pensar, el país con mayor producción mundial de rosas se ubica en el continente africano. Kenia, uno de los países más aquejados de pobreza, es el mayor productor mundial de rosas, producción que en su mayor parte se exporta, prioritariamente a la Unión Europea. Y es que el ente europeo importa y consume el 50% de las flores totales, lo que supone generar un negocio por valor de 3.400 millones de euros anuales.
Pero sí hay una auténtica locomotora para el sector, esa es Holanda, que ostenta desde hace décadas el epíteto de ser el mayor productor de flor cortada. A nivel mundial, su poder exportador supera a todos los demás estados productores de arreglos florales y plantas. El país de los tulipanes exporta al mundo cada año más de 1,7 millones de flores, manteniendo como principales clientes a sus socios europeos Alemania, Francia y Reino Unido.
Frente al poder de la potencia africana y el gigante holandés, en América Latina existen dos grandes polos de producción floral: Colombia y Ecuador. Por citar un dato que dibuja claramente el estado del sector: Colombia es ya el segundo exportador mundial de flores, superando incluso al propio Ecuador, un ente propio en el ámbito de las flores. Esto se traduce en la exportación de más de 200.000 toneladas de flores, lo que reporta al PIB nacional más de mil millones de dólares, más de un millón de empleos y una idiosincrasia cultural que toma forma en la Fiesta de las Flores de Medellín.
Chile, un mercado local
Dentro de este puzle que conforman los estados productores de flores, países como Chile han encontrado en la especialización en el mercado local una vía de subsistencia frente al avance competitivo de los otros estados.
Las especiales condiciones geográficas y climatológicas de Chile, el país andino es un potencial en la producción de Alstroemerias, tulipanes, claveles, peonías u orquídeas; con especial incidencia en las regiones I, IV y V. Para tener una ligera idea del potencial productor de chile, en el primer trimestre de cada año, el país es capaz de ofrecer a los ciudadanos 33 variedades de flores.
No obstante, toda esta producción de flores no llega a aportar un gran peso en el PIB nacional. En el año 2016, las exportaciones aportaron 4,2 millones de dólares, mientras que las importaciones supusieron más de 19 millones de dólares, lo que provoca un saldo de comercio exterior claramente negativo.
Esta realidad se explica debido a las características de los productores locales: pequeños agricultores afianzados en los cultivos y técnicas de comercialización más tradicionales. Las nuevas alternativas de envío a domicilio de arreglos florales supone una válvula de escape para un sector anclado en el pasado.
