Las universidades privadas valencianas, limitadas para hacer prácticas en hospitales públicos

La Comunidad Valenciana reorganiza las prácticas en hospitales públicos y lo hace dando prioridad a los estudiantes de las universidades también públicas. El objetivo, que los hospitales docentes estén vinculados a una única facultad. Los consellers de Sanidad y Educación, Carmen Montón y Vicent Marzá, han anunciado esta nueva medida que deja a las universidades privadas en una posición secundaria ya que obligará a estos centros a acordar con las facultades públicas en caso de requerir los servicios públicos de sanidad para la formación de sus alumnos.

Hasta el momento las universidades privadas -que en el caso de Valencia son la Universidad Católica San Vicente Mártir, la Universidad CEU Cardenal Herrera y la Universidad Europea- acordaban directamente con el propio hospital los convenios de prácticas. A partir de ahora será necesario pasar por Consellería para lograr un acuerdo que se firmará si las vacantes concedidas a los estudiantes de la pública no se han dado.

Desde la Generalitat defienden esta medida como “necesaria” para eliminar las "graves irregularidades" que había en esta materia y cumplir, de esta forma, con lo establecido en el Real Decreto 420/2015. En cualquier caso, desde el gobierno valenciano garantizan que todos los estudiantes podrán acceder a las prácticas y esto no supondrá un problema para terminar la carrera. La medida afectará a los estudiantes de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Biotecnología, Farmacia o Psicología Clínica que comiencen la carrera el próximo curso (2016-2017).

Visiones enfrentadas

La medida no ha gustado a todos los sectores, especialmente a los estudiantes y docentes de las privadas aunque según el centro la discriminación varía. Por ejemplo, la implementación no perjudicará en el mismo grado a los alumnos de la facultad de la Universidad Católica ya que sus alumnos realizan prácticas en dos hospitales de gestión privada (Manises y la Ribera) y uno público (el Arnau de Vilanova). Algunos alumnos de esta facultad calificar la medida de “justa”, como Ignacio Crespo, estudiante de Medicina: “Si la universidad está dispuesta a asumir el coste económico que supongan las plazas justas los alumnos no nos veremos repercutidos”. Una opinión que no comparte su compañero Lucas: “No veo por qué hay que prohibir si hay sitio y las privadas dan compensación económica”.

Pero el problema se agrava en la Universidad CEU-Cardenal Herrera, que comparte sus prácticas en el Hospital de Castellón con los alumnos de la Universidad Jaume I, lo que hará necesario un acuerdo con la universidad pública para garantizar su permanencia en dicho centro de salud. De hecho, desde este centro ya han anunciado que alegarán contra esta medida: “Defenderemos los derechos de nuestros estudiantes, si finalmente se vieran discriminados”, aseguran a través de un comunicado”. Los propios estudiantes aseguran sentirse “menospreciados” por esta medida: ”Al terminar la carrera todos somos medidos por la misma vara, el MIR, y trabajaremos como compañeros en los mismos servicios y hospitales sin importar nuestra universidad de procedencia”, lamenta un grupo de estudiantes de quinto de Medicina de esta universidad y lanzan una pregunta directa a la consellera de Sanidad: “¿Si su hija no sacara nota para la pública, le enviaría a la universidad privada?”.

Incluso desde la pública les han llovido críticas. “Una universidad privada existe porque el gobierno ha aceptado su apertura sabiendo el número de alumnos que ésta iba a tener y con ello la carga para los hospitales. Con esta medida vamos a obtener una promoción de médicos con déficit en muchos aspectos de la medicina”, explica Ana, una estudiante de quinto de Medicina en la Universidad de Valencia. Y pone como ejemplo especialidades como oncología o enfermedades infecciosas y raras que no se ofertan en la mayoría los hospitales privados. “Está claro que se tiene que regular de algún modo, pero no creo que sea esta la mejor medida”, concluye Ana.