UPyD expresa su rechazo al nuevo sistema de financiación autonómica
Unión, Progreso y Democracia en la Comunidad Valenciana manifiesta su profundo desacuerdo tanto con las formas como con los resultados del proceso de negociación del sistema de financiación autonómica concluido estos días.
Por una parte, "esa negociación se ha desarrollado en términos claramente bilaterales --y, por tanto, inconstitucionales-- entre el Gobierno español y el tripartito catalán. Los demás gobiernos autonómicos han sido convidados de piedra que al final no han tenido más remedio que aceptar como hecho consumado la imposición de un sistema de financiación caótico e insostenible. Se trata, además, de un sistema que deja fuera, en situación de claro privilegio, a dos de las diecisiete comunidades autónomas: el País Vasco y Navarra".
En segundo lugar, UPyD considera su deber "denunciar ante la ciudadanía algo por otra parte evidente: que el genuino objetivo de todo el proceso de negociación no ha sido la consecución de un acuerdo justo, equitativo y duradero. Ha sido salvar la precaria mayoría que apoya al Gobierno en el Congreso de los Diputados, pagando para ello el peaje exigido por partidos como ERC".
"El pago de ese peaje significa que el Gobierno pone las urgencias de poder del PSOE por encima de las necesidades reales del país, y representa un paso más en la disgregación financiera del Estado español. En definitiva, se está aplicando a Cataluña, “de tapadillo”, el mismo tratamiento fiscal privilegiado del que se benefician el País Vasco y Navarra".
"El sistema aprobado, además de ser oportunista y caótico, es insostenible. El intento de contentar a todos –si bien a unos más que a otros--, la ilusoria pretensión de que la distribución de la tarta sume más del cien por ciento, lleva de manera inevitable a un incremento escalofriante del déficit público del Estado. Este irresponsable sistema de financiación nos va a dejar pues como herencia, a todos, un futuro hipotecado".
Según UPyD, para la Comunidad Valenciana las consecuencias de tal sistema van a ser especialmente negativas. "Así, mientras que los recursos adicionales aportados por el nuevo modelo a Cataluña (la comunidad autónoma más favorecida) serán al parecer de 534 euros por habitante, los que recibirá la Comunidad Valenciana serán de sólo 245 euros por persona. Los aparentes beneficios del nuevo sistema se distribuyen pues de manera fuertemente desigual; y al precio de generar un déficit que acabaremos pagando todos por igual".
"Con ser malo, este sistema es sobre todo un ejemplo –uno más-- de la errática forma de entender el ejercicio del poder que parece ser consustancia al actual Gobierno", concluyen.
