El IVA del ocio y la cultura entra en la campaña electoral
Ante la falta de voluntad del Gobierno de España de resolver la profunda crisis provocada por la arbitraria subida del IVA al sector del ocio, la cultura y los espectáculos, la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno de España, FASYDE, ha llevado a cabo una rueda de prensa en la sede de la CEOE, para denunciar esta situación en el marco de la próxima campaña electoral e informar a los partidos políticos de la crítica situación provocada, solicitando su apoyo y posicionamiento ante esta injusta situación.
Desde la Asociación de Empresarios de Discotecas, Salas de Fiesta y Salas de Baile de la Comunidad Valenciana, AEDIVA, ha asistido Juanjo Carbonell, Secretario General de AEDIVA y FOTUR.
La rueda de prensa ha contado con la intervención de Juan Martínez-Tercero Moya, Presidente de FASYDE, Ricardo Urgell, Grupo PACHA Ibiza, Jesús Sánchez, Presidente Asociación de Salas de Fiesta y Discotecas de Baleares, Pedro Serrano, Presidente de la Asociación de Empresarios de Ocio Nocturno de la Comunidad de Madrid, y Ramón Más, Vicepresidente Gremio de Empresarios de Discotecas de Barcelona y provincia.
Durante el acto, Juan Martínez-Tercero Moya, Presidente de FASYDE, ha informado del recurso de amparo que hoy mismo ha presentado FASYDE ante la Defensora del Pueblo, por la falta de respuesta de la Dirección General de Tributos a la consulta vinculante realizada por la Federación en relación a la aplicación del decreto del IVA en las discotecas, y del que ahora se cumplen nueve meses de su presentación, y cuando ya han pasado más de tres meses del plazo máximo establecido en la propia Ley General Tributaria en los términos del artículo 88 que regulan de este tipo de consultas.
El objetivo de esta reclamación ante la defensora del pueblo ha sido el de denunciar la arbitraria e irregular aplicación del Decreto del IVA en las discotecas y que supone un auténtico agravio tributario completamente injustificado y con connotaciones de ilegalidad. Resulta absolutamente irregular el que una cerveza, refresco o bebida alcohólica esté gravado con un IVA al 21% en las discotecas, frente al 10% con que se gravan estos productos cuando se sirven en los bares y restaurantes, los cines y teatros o incluso, en parques temáticos. Para ilustrar esta situación, cualquier consumición que tenga un coste de 10€ y que ofrezcan estos establecimientos, tributa 1€, mientras que en las discotecas y salas de conciertos tributa 2,10€.
Se trata de una situación excepcional y que incumple y vulnera el principio de neutralidad fiscal inherente al sistema común del IVA en la Unión Europea, basado en la jurisprudencia, resoluciones y directivas de la Comisión Europea y, según el cual, un mismo tipo de producto o servicio deben estar gravados con un mismo tipo de IVA con independencia del establecimiento o empresa que lo comercialice, preservando las fundamentales reglas de la competencia de mercado entre empresas y sectores.
Las discotecas viven la situación más injusta de todas
El especial agravio tributario hacia el sector.
En primer lugar, las discotecas, junto con el resto de empresas de los sectores del ocio, la cultura y los espectáculos siguen siendo castigadas por el Ministerio de Hacienda con el 21% de IVA CULTURAL a pesar de todas las promesas y anuncios sobre la necesaria revisión de esta medida una vez se superara la peor fase de la crisis económica.
En segundo lugar, las discotecas han quedado excluidas del IVA turístico reducido del 10%, que ha protegido a la hostelería y el alojamiento que, junto con el ocio y los espectáculos, forman parte de nuestros principales atractivos turísticos.
En este contexto, la importancia del sector del ocio en destinos turísticos como Ibiza, Canarias, Marbella o la Costa Brava, quedan absolutamente marginados y desprotegidos frente a la competencia del resto de sectores turísticos (hoteles, restaurantes, parques temáticos, etc.).
En tercer lugar y de la forma más gravosa posible, el Ministerio de Hacienda, incumple el principio de neutralidad fiscal establecido por la Unión Europea aplicando una interpretación contraria a derecho para gravar con el 21% los servicios de hostelería que ofrecen las discotecas y salas de conciertos.
