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La Generalitat de Ximo Puig “no ofrenderá nuevas glorias a España”

La Generalitat de Ximo Puig “no ofrenderá nuevas glorias a España”
  • El primer pleno del Consell derogará el copago a dependientes

  • PP y Ciudadanos votarán esta tarde en contra de su investidura, apoyada en Compromís y Podemos

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La sesión de investidura de Ximo Puig como sexto president de la Generalitat Valenciana transcurre según el guión previsto. Ni una cámara en la bancada popular, capitaneada hoy todavía por Alberto Fabra frente a la nube de flashes en el lado opuesto, con un Ximo Puig, corbata azul, flanqueado por el portavoz socialista, Manolo Mata, y el negociador Alfred Boix. Un Puig puntual ha cruzado medio hemiciclo para saludar a la que, desde el domingo, será su alter ego, Mónica Oltra,su socia de gobierno y futura vicepresidenta y portavoz.

Oltra, de naranja Compromís, ha sido la única opositora que se ha dirigido hasta el escaño de Fabra, curiosamente con corbata roja, para aliviar la soledad del derrotado.

Puig ha desgranado durante tres cuartos de hora su acción de gobierno, en un discurso leído íntegramente en valenciano, sin apenas gesticular, lineal en el tono y seguido desde el balcón de invitados por su padre político, Joan Lerma.

El futuro presidente ha sido previsible. Gestos, muchos gestos. Recuerdo a las víctimas del accidente del metro, a los autónomos, a los dependientes, a los ex trabajadores de RTVV, a los desempleados, a las mujeres y a los jubilados.

Aplaudido únicamente por los actores del Pacto del Botánico, se ha comprometido a ejercer el poder “con contención, respeto, humildad, realismo pero ambición” desde “un gobierno que no será de partidos” y que será para todos: los que votaron a sus socios, los que votaron a la desde hoy su oposición y los que se abstuvieron el pasado 24 de mayo.

Las primeras medidas que se aprobarán en el pleno del Consell, esperadas también: inicio del curso escolar para el 10 de septiembre (el PP lo tenía fijado el 3), la apertura de los comedores escolares durante el verano y la derogación del “copago confiscatorio” de los dependientes.

En la intervención del líder socialista, guiños a sus 13 sostenes “críticos”, es decir, a Podemos: el Consell impulsará la Función Social de la Vivienda con rango de Ley e iniciará inmediatamente conversaciones con la banca para buscar soluciones a los desahucios. Sin más concreción.

Guiños a sus apoyos de hecho y de derecho, en les Corts y en el Gobierno, Compromís: “La Comunidad Valenciana no es una comunidad corrupta. Somos honrados como los que más. Los que han sido corruptos han sido sus dirigentes”. Y parafraseando a su antecesor, Alberto Fabra, ha marcado sus líneas rojas: “un cargo público debe pagar sus impuestos, no puede cobrar sobresueldos ni copiar una tesis”. Llega el tiempo de la ejemplaridad.

Guiños a la calle. Ximo Puig no quiere que se reedite la crisis del año pasado, con padres y alumnos en pie por el intenso calor que se vivió en las aulas con el adelanto del curso escolar al 3 de septiembre. Ya hay fecha para volver a las aulas: una semana después, el 10 de septiembre. Con carácter urgente se abordará, también, el posible aumento de unidades de Infantil, con un periodo de matrícula extraordinario.

En un discurso cargado de promesas simbólicas, una para los pensionistas. Todos aquellos que cobren menos de 1.000 euros mensuales de pensión no copagarán los medicamentos.

Los mayores aplausos del día, para la reapertura de una Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) “sostenible, independiente y plural, que no esté al servicio del Gobierno”. No ha explicado cómo sortear el difícil panorama judicial y económico del ente.

Ximo Puig sólo ha trazado un camino, de momento, para cristalizar los objetivos: exigir un cambio en el modelo de financiación. “Estamos exhaustos de ofrendar nuevas glorias a España”. Y nuevo gesto a su socia Oltra que ayer ya trazó el plan B: si no es por las buenas, será por las malas: “Adiós al Levante Feliz”. Pero Puig sabe que no es sencillo encontrar una solución a corto plazo,al menos antes de las Elecciones Generales de otoño. Y se ha curado en salud: “Independientemente del partido que gobierne en Madrid, emprenderemos acciones legales si no lo conseguimos de forma negociada”. Puig ha remarcado su contundencia con una expresión popular: “Hasta aquí hemos llegado”.

El guión lo ha roto el portavoz de Podemos. Antonio Montiel ha descifrado lo que significa el apoyo crítico que prometió ayer. Es decir, sólo 8 de sus 13 diputados han votado a favor del candidato socialista, el número justo para lograr la mayoría absoluta con los 23 votos del PSPV, 19 de Compromís y 8 de Podemos; 5 abstenciones de Podemos y 44 en contra de PP y Ciudadanos.

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