Bonig reta a Ximo Puig a que explique “por qué defendió con tanta pasión el proyecto Castor “
Afirma que “la evolución de la postura de Puig en este asunto es digna de psicoanálisis ya que ha pasado de ser un fanático defensor del proyecto a un acérrimo detractor del mismo sin despeinarse políticamente”
Apunta que cuando el Gobierno del PP paralizó los permisos de Castor en 2012 “Puig afeó que se paralizara la infraestructura porque aún no tenía miedo ni a los terremotos ni a quedar en ridículo”
La coordinadora general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, ha instado al secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig “a que explique a los valencianos todos los vaivenes que ha sufrido su pensamiento respecto al Proyecto Castor”.
A juicio de la dirigente popular, “la evolución de la postura del secretario general en minoría del PSPV en este asunto es digna de psicoanálisis ya que ha pasado de ser un fanático defensor del proyecto a un acérrimo detractor del mismo sin despeinarse políticamente”.
Bonig ha recordado que el Consejo de Ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó la concesión de explotación para el almacenamiento subterráneo Castor el 16 de mayo de 2008. El 11 de noviembre de 2009, el Ministerio de Medio Ambiente con Elena Espinosa a la cabeza publicó la resolución de la Declaración de Impacto Ambiental favorable. Esta misma ministra concedió en abril de 2010 la Ocupación de Dominio Público Marítimo Terrestre para las instalaciones marítimas. Y en junio de 2010, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del también ministro socialista Miguel Sebastián, publicaba la Autorización Administrativa y el Reconocimiento de Utilidad Pública del almacén subterráneo.
Para la también consellera de Infraestructuras, “el proceso de tramitación ha sido uno de los más rápidos de los que se tiene memoria, quizá alentado por los numerosos elogios que esta infraestructura recibió tanto de Ximo Puig como del entonces alcalde socialista de Vinaròs, Jordi Romeu”.
Isabel Bonig ha indicado que cuando se empezaron a detectar los primeros problemas, “el Gobierno, ya con el PP al frente, decidió paralizar los permisos ante los hipotéticos riesgos que podía tener la infraestructura”. Según Bonig, “entonces, el líder en minoría del PSPV, el señor Puig, sufrió la primera metamorfosis cuando afeó, en abril de 2012, que se paralizara la infraestructura. Se ve que entonces aún no tenía miedo ni a los terremotos ni a quedar en ridículo”.
Para Isabel Bonig “sólo desde la más profunda incoherencia y desvergüenza política se puede elogiar el proyecto, apremiar al Gobierno para que lo ponga en marcha y, luego, reivindicar el cierre y exigir que la indemnización salga de las arcas públicas cuando fueron los socialistas los que se encargaron de blindar el contrato para que lo tengamos que pagar todos los españoles”.
“Si Ximo Puig es capaz de semejantes vaivenes con un asunto así, ¿qué se puede esperar de él si tuviera que asumir una postura sobre temas básicos para la Comunidad Valenciana como la financiación, la lengua, la sanidad, la educación o el bienestar social?”, ha concluido la coordinadora general del PP-CV.
