El 53% de los pacientes del programa especializado de tabaquismo del Hospital General deja de fumar
Cerca de 97.000 fumadores se pueden beneficiar del programa de los centros de salud
La Guía de intervención intensiva en tabaquismo es un instrumento de trabajo para que los profesionales ayuden a pacientes a dejar de fumar
Los autores, Javier Mataix y Jesús Blasco, han expuesto los beneficios de esta guía y los resultados de la intervención del Equipo Coordinador de Atención al Tabaquismo (ECAT).
El tabaquismo está considerado como una enfermedad crónica causada por un trastorno adictivo y supone la principal causa de muerte prematura y de enfermedades prevenibles. A pesar de ello, todavía cerca del 30% de la población de la Comunitat es fumadora.
“Las personas que quieren dejar de fumar pueden acudir a su centro de salud para solicitar ayuda. Su médico de familia y su enfermera le ofrecerán el programa de tabaquismo adaptado a sus necesidades” señala Javier Mataix, coordinador del Equipo Coordinador de Atención al Tabaquismo (ECAT).
Por otra parte, a los fumadores con patología de alto riesgo que ingresan en el General se les ofrece un programa especializado para el tratamiento del tabaquismo.
Éxito del tratamiento
En el Hospital General y en todo el Departamento, desde mayo de 2008, se está desarrollando un programa de ayuda al profesional fumador donde se financia parcialmente los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar. Según Mataix, “al finalizar las visitas de seguimiento del tratamiento, el 72,7 % de los profesionales atendidos se mantiene sin fumar. Es importante la función modélica que tienen los profesionales sanitarios hacia los pacientes y sería deseable conseguir que todos los centros sanitario sean sin humo”.
Actualmente, cerca de 97.000 fumadores pueden beneficiarse del programa de tabaquismo en los diferentes centros de salud del Departamento. El 52,9% de los fumadores tratados por el ECAT han conseguido dejar definitivamente el tabaco.
Equipo Coordinador de Atención al Tabaquismo (ECAT)
La principal iniciativa para dar respuesta a este desafío fue la creación de este equipo especializado multidisciplinar, con dedicación exclusiva y en jornada completa, integrado por profesionales con formación específica en el abordaje del tabaquismo.
El ECAT, además de tener una función asistencial y de realizar actividades docentes e investigadoras, tiene como principal objetivo la coordinación y seguimiento de la puesta en marcha de la atención al tabaquismo en todo el departamento de salud, para que la oferta de su tratamiento quede normalizada de una forma integrada, como un problema de salud más, en la práctica asistencial diaria de todos los profesionales sanitarios.
Esta característica, junto a la dedicación exclusiva de sus profesionales y orientación de sus objetivos hacia la atención primaria, es lo que lo diferencia de otras experiencias similares.
Para la organización de la atención al tabaquismo se ha diseñado un protocolo que integra los diferentes niveles de intervención (breve, intensivo y especializado). De esta forma, “nos aseguramos que cada fumador pueda recibir la intervención más adecuada en el lugar y en el momento más oportuno”, añade Mataix.
Guía de intervención intensiva en tabaquismo
Es un instrumento de trabajo diseñado para facilitar el desarrollo de una intervención intensiva en la ayuda para dejar de fumar, como programa de salud en todos los centros de salud del departamento Valencia Hospital General. Además, se ha formado al 79,8% de los profesionales de enfermería de atención primaria para que puedan desarrollar, contando con la colaboración de los profesionales médicos, la intervención intensiva en tabaquismo dentro del programa de tabaquismo de cada centro de salud.
La guía ha sido planteada para ofrecer a lo largo de 10 visitas un tratamiento del tabaquismo donde se acompaña, se asesora y se facilita al paciente todos los materiales de ayuda necesarios para que pueda poner en práctica estrategias encaminadas al control de su conducta de fumar.
Con la aplicación de esta guía se contribuye a ofertar una intervención más accesible, basada en criterios de coste-efectividad y se facilita el control de la epidemia tabáquica. En definitiva, se contribuye a la mejora de la salud.
