elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Crítica a "Tierra Prometida (Promised Land) (2012)"

Crítica a "Tierra Prometida (Promised Land) (2012)"
  • El gas natural es el demonio. Firmado: Las petroleras.

DIRECCIÓN / PAÍS /AÑO:

Gus Van Sant - Estados Unidos (2012)

REPARTO:

Matt Damon, John Krasinski, Lucas Black, Frances McDormand, Rosemarie DeWitt, Hal Holbrook, Titus Welliver, Tim Guinee, Scoot McNairy, Terry Kinney, Johnny Cicco, Rosemary Howard, Sara Lindsey, Lennon Wynn, John W. Iwanonkiw, Lexi Cowan, Kristin Slaysman, Joe Coyle, Jennifer Obed, Carla Bianco.

SINOPSIS:

Steve Butler (Matt Damon), un ejecutivo de una gran empresa, llega a un pueblo con su compañera de trabajo, Sue Thomason (Frances McDormand), para comprar los derechos de perforación a los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. En esa población, asolada por la crisis económica de los últimos años, Steve intentará convencer a la gente de los beneficios de perforar sus tierras, pero también tendrá ocasión de reconsiderar lo que ha sido su vida hasta ese momento.


CRÍTICA:

De las películas que he visto de Gus Van Sant diría que mi favorita es Mi nombre es Harvey Milk y el resto (aunque me faltan unas cuantas por ver) tienen cosas interesantes pero no acaban de ser notables y lo mismo me pasa con esta. Nos cuenta como un comercial de una gran compañía de gas natural (Matt Damon) le ascienden, pero antes tiene que cerrar la compra de unas tierras importantes. Por tanto y como ha hecho hasta ahora, acudirá al pueblo y aprovechando que tiene origen granjero, se mezclará entre la gente y con la premisa de un futuro mejor gracias al dinero que les ofrecerá, intentar lograr su objetivo.

Siendo servidor un profano en el tema del gas natural, no voy a ponerme a dar un discurso de la veracidad de lo que cuenta o no y me voy a limitar a opinar en base a lo que la película ofrece y/o vende. Para empezar me parece un tema interesante y además lo cuenta de forma atrayente y dándole un ritmo acertado que convierte el visionado en entretenido. Abarca también de forma acertada varios campos, aunque por otro lado intente hacerte creer que se limita cual Jordi Évole en Salvados a darte los diferentes testimonios para que tú saques conclusiones, cuando realmente su propósito, la diferencia entre buenos y malos y el discurso que quiere vender están bien claros y definidos. Nos muestra por un lado las luchas internas y externas de un personaje protagonista que cree en lo que hace, no es un tiburón sin escrúpulos y reitera una y otra vez para si mismo y para los demás que no es un mal tipo. Su compañera de trabajo (Frances McDormand) repite que para ella es un trabajo; acaba su jornada y se vuelve a casa, sin plantearse cuestiones morales ni debates complicados.

En el pueblo tenemos un abanico bastante diverso formado por un reparto destacado y que rinde a gran nivel, al igual que los citados protagonistas. Tenemos a los clásicos paletos divididos en dos tipos: los que oyen la palabra dinero y no regatean y firmarían hasta la venta de sus propios hijos sin leer el contrato y luego los que se cierran en banda, que consideran al que viene de fuera invasor y su granja no se la toques o te partirán la cara. Tenemos también a dignos pero fáciles de convencer negociadores y luego a algún que otro personaje que por conocimientos propios o tirando de google, siembran la duda y discuten a la compañía, queriendo añadir algo de cordura pese a que todo el mundo esté deslumbrado por el posible dinero y mostrando que no es oro todo lo que reluce. Todo ello aderezado por un joven activista medioambiental que ayudará a sembrar la duda y a complicar la tarea al protagonista y su compañera.

La película intenta ir de imparcial pero claramente no lo es. Sin entrar como digo a un debate sobre las energías renovables principalmente porque no entiendo del tema y centrándonos en lo que la película nos cuenta, desde el inicio deja una cosa clara “si no estás a favor del gas natural, lo estás a favor del petróleo y el carbón”. No hay nadie en todo el metraje que refute esa frase ni aporte una alternativa, por tanto y dado que nos venden como que el gas natural es el diablo, su postura queda clara. Este mensaje final y global queda por encima de otros detalles como que (según nos dicen en la película) de las miles y miles de parcelas donde se ha extraído gas natural solo hay un par de demandas porque el proceso salió mal. Su final no ayuda a alejar de la cabeza esa sensación de que intentan venderte un mensaje barato, con un giro de guión aunque satisfactorio, bastante predecible y con una conclusión a la cinta que era la previsible desde el minuto uno de la misma. Como película funciona, como panfleto no se si denunciador, medioambiental o anti-gas natural o pro petrolíferas...ya no tanto.

Nota: 6'3

Subir