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La Generalitat aconseja ejercer un consumo responsable en la elección y compra de productos dirigidos a menores

La Generalitat aconseja ejercer un consumo responsable en la elección y compra de productos dirigidos a menores
  • Consumo, AVACU y el colegio de ópticos informan sobre los efectos que pueden causar algunos juguetes en la salud de los niños

  • Silvia Ordiñaga destaca la importancia de una buena formación tanto en niños y jóvenes como en adultos

  • El Consell ha retirado del mercado este año más de 34.000 juguetes que suponían algún riesgo para la seguridad de los niños

La directora general de Comercio y Consumo, Silvia Ordiñaga, ha trasladado la importancia de “ejercer un consumo responsable en la elección y adquisición de los productos, especialmente en el caso de los dirigidos a niños y jóvenes, ya que se trata de un colectivo de especial atención”.

“Actualmente, existe una oferta muy amplia entre la que el consumidor debe elegir teniendo en cuenta criterios en los que debe cobrar especial importancia la calidad y la idoneidad del juguete.- Por ello, -ha señalado- es fundamental adecuar nuestras compras a la edad del niño así como adquirir los juguetes en establecimientos especializados”.

La directora general de Comercio y Consumo, junto con el vicepresidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat Valenciana, Andrés Gené, y el presidente de AVACU, Fernando Móner, han ofrecido una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de adquirir juguetes, haciendo un especial hincapié en aquellos relacionados con el desarrollo visual de la infancia.

Ordiñaga ha destacado que los juguetes y productos relacionados con la visión (como consolas, televisores, ordenadores, etc), “pueden tener unas ventajas de aprendizaje y mejora, pero todo debe ser hecho de forma ordenada y coherente, con unos tiempos de uso marcados y siempre bajo la vigilancia de los adultos”.

En esta línea, la directora general ha abogado por la importancia de una buena formación, tanto en el caso de los menores como de los adultos. “Para ello, la Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo desarrolla campañas específicas en colegios e institutos así como con otros colectivos con el fin de concienciar a la sociedad sobre la importancia de un consumo ordenado, sostenido e inteligente”, ha afirmado.

Control de etiquetado
En su intervención, la directora general ha informado también sobre la campaña de inspección realizada en el mes de noviembre por los servicios de Comercio y Consumo en materia de etiquetado de juguetes en cerca de 200 establecimientos de la Comunitat.

Ordiñaga ha señalado que esta ha sido el primer control que se ha hecho tras la entrada en vigor del Decreto de Seguridad en el Juguete, que introduce la obligatoriedad de que en el etiquetado figure tanto el nombre del fabricante como el del distribuidor.

Entre las irregularidades detectadas, en el 13% de los productos revisados no constaba el nombre o marca del productor, en el 18% no aparecía el domicilio de éste y en el 38% no se incluía el punto de contacto de fabricante.

Asimismo, en el 42% de los juguetes inspeccionados no figuraba claramente indicada la palabra “advertencia” antes de las recomendaciones, especialmente en el caso de productos para menores de 36 meses.

Por otra parte, sólo en el 3% de los productos no disponía de etiquetado en alguna de las dos lenguas oficiales de la Comunitat Valenciana, en el 5% no se indicaba claramente si el juguete era conveniente o no para menores de 36 meses, en el 11% no figuraba el símbolo de recogida selectiva para aparatos eléctricos, entre otros aspectos.

Juguetes retirados en 2012
Por otra parte, la directora general de Comercio y Consumo ha destacado que la Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo ha retirado este año del mercado 2.750 tipologías y productos y cerca de 88.000 unidades, de los que 34.000 (un 40%) son juguetes que pueden suponer algún riesgo para la seguridad de los niños.

Los principales motivos para la retirada del mercado de estos juguetes han sido riesgo de incendio y quemaduras, lesiones cutáneas y peligro de asfixia o ahogamiento.

Según ha dicho Ordñaga, el 30% de estos productos han sido destruidos, otro 40% han sido devueltos a origen y en el 30% se han subsanado las irregularidades, especialmente relacionadas con el etiquetado.

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