elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

LA UNIÓ señala que mañana entra en vigor el nuevo Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos con mayor liberalización de productos

  • El contingente de clementinas se incrementa en 45.000 toneladas y el de naranjas y algunas hortalizas queda totalmente libre

LA UNIÓ de Llauradors señala que mañana entra en vigor el nuevo Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos que establece unos nuevos contingentes y los precios mínimos de entrada que se fijan para la entrada de frutas y hortalizas procedentes del reino alauita en territorio de la UE.

A partir de este mes de octubre Marruecos cuenta con mayor volumen de algunos productos para comercializar en la Unión Europea y se asegura el libre comercio en todos los productos no catalogados como sensibles en el documento firmado, sin compensación para los agricultores europeos afectados.

Los productos que cuentan con cierta protección aún en este acuerdo son el tomate, pepino, fresa, clementina, ajo, calabacín y azúcar. Sin embargo a esos productos se les rebaja un 30% el precio de entrada a los mercados de la UE y se les aumenta el contingente. Así, prevé un aumento en el contingente de clementinas que se incrementa en 45.000 toneladas (+35%), pasando de las 130.000 a 175.000. También aumenta el tomate marroquí con régimen arancelario especial, que pasaría de las 233.000 toneladas establecidas en el anterior acuerdo a las 285.000 toneladas anuales del actual. Así mismo, el volumen permitido de calabacín sin penalización pasa de 25.000 a 50.000 toneladas; el de pepino, de 5.600 a 15.000 toneladas, y el de ajo, de 1.000 a 1.500 toneladas. El resto de productos no estarán sujetos a un contingente establecido, entre ellos las naranjas y otras mandarinas que no sean clementinas.

Este Acuerdo se puede traducir en una pérdida a medio plazo en el campo valenciano de casi 700.000 jornales, el posible abandono de más de 15.000 hectáreas de tierras de cultivos -la mayoría de cítricos y hortalizas- y la pérdida directa de unos 200 millones de euros.

LA UNIÓ señala que la Unión Europea antepone la estabilidad política en esos países árabes a la defensa de los intereses de sus ciudadanos, lo que demuestra que son acuerdos muy interesantes para los políticos pero nefastos para los agricultores.

Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ, afirma que “nuestros agricultores deben cumplir medidas o normas fitosanitarias y cuestiones laborales -salarios dignos y estipulados, pagos a la Seguridad Social- que por ejemplo en Marruecos no se cumplen, no existe por tanto reciprocidad para competir en igualdad de condiciones”.

Además añade que “en Marruecos se pagan unos 4,70 euros por jornada laboral en la agricultura, cuando aquí un capataz experimentado supera por poco los 35 euros al día, es decir, aquí se paga un 645% más salario que allí, afectando a nuestra competitividad”. Y si hablamos de contingentes y calendarios de los que tanto hablan las autoridades europeas “no hay tampoco mecanismos adecuados de control porque cuando se conoce lo que entra nos enteramos que se los saltan a la torera sin ningún tipo de problemas”, asegura Mampel.

Subir