La conselleria de Turismo, Cultura y Deporte impulsa nuevos usos para los castillos valencianos

Desde la ciudad amurallada de Morella, al norte de Castellón, hasta la Torre de la Horadada al extremo sur de Alicante, la Comunitat Valenciana está cuajada de castillos, fortalezas y torres que formaban una red de vigilancia y defensa del territorio. Eran símbolos de poder político, económico y militar que hoy en día, despojados ya de estas funciones, se están recuperando para disfrute de la sociedad, transformándose en espacios de ocio y cultura.

Desde la Dirección General de Patrimonio se está desarrollando una línea de trabajo que tiene como objetivo la catalogación y recuperación de estos monumentos, el control de las actuaciones que sobre ellos se realizan y su puesta en valor. De los casi 500 castillos, fortalezas y torres que la Generalitat tiene inventariados en la Comunitat Valenciana, la Dirección General de Patrimonio ha intervenido en 184 elementos fortificados de 75 poblaciones, con una inversión total de cerca de 13 millones de euros en los últimos años.

Esta fuerte inversión se está realizando no sólo por el altísimo valor patrimonial de los castillos, piezas clave para comprender el devenir histórico de nuestra tierra, sino porque además la Consellería de Turismo, Cultura y Deporte es consciente de que su recuperación conlleva un alto grado de rentabilidad social para los municipios, que pueden rentabilizar su uso en diferentes actividades, tanto para los vecinos de los municipios en los que se ubican, que los disfrutan acudiendo a conciertos y actividades, como para los foráneos, al convertirse en focos de atracción turística de primer orden.

Las intervenciones e inversiones en los Castillos de la Comunitat Valenciana tienen como propósito su recuperación material, pero también su recuperación para uso social y turístico. Los castillos vuelven a ser utilizados cómo espacios en los que disfrutar del patrimonio y de la historia.

Xàtiva es uno de los numerosos castillos que se han convertido en un potente foco de actividad turística; en él las intervenciones arquitectónicas y arqueológicas son continuas. Cada verano se celebra en este castillo el festival Nits al Castell, y sirve como marco para celebraciones sociales, pues es posible casarse en él.

También Cullera es un claro ejemplo de recuperación patrimonial con alto grado de rentabilidad social. En su castillo hace tiempo que se actúa, se han realizado intervenciones en la Torre Mayor, la Torre Octogonal o el segundo albacar y se han realizado también diferentes inversiones con cargo al programa de l 1% Cultural del Ministerio de Fomento. Este conjunto de intervenciones hace posible que hoy Cullera ofrecezca una alternativa de ocio que une cultura y naturaleza, pues se ha creado una ruta que recorre las torres del albacar, rehabilitadas el año pasado. Un innovador producto turístico cultural que se une a los más tradicionales de conciertos y visitas guiadas, que también se llevan a cabo.

En Segorbe está previsto iniciar la recuperación de la fortaleza existente en el Cerro de la Estrella, construida en 1875 para la defensa de la ciudad durante la Tercera Guerra Carlista, como espacio de actividades culturales.

El proyecto, que tiene un presupuesto de 972.814€ y que ha sido recientemente autorizado por la Dirección General de Patrimonio, va a ser presentado al programa del 1% Cultural del Ministerio de Fomento, para lo que cuenta con el respaldo de la Dirección General de Patrimonio. La rehabilitación de esta fortificación supondrá una de las actuaciones más importantes y relevantes que se han llevado a cabo en los últimos años en el Patrimonio Histórico de la ciudad, aportando además, un nuevo polo de atracción turística.

La inconfundible silueta del castillo de Peñíscola adentrándose en el mar, hace que sea una de las fortalezas más conocidas dentro y fuera de la Comunitat. Por ello, la recuperación de este castillo, es desde hace muchos años, una de las prioridades de las administraciones valencianas. Las particulares características geográficas del enclave hacen que castillo y población estén intrínsecamente unidos, por lo que cualquier inversión en uno repercute, directa e inmediatamente, en el otro. La última actuación llevada a cabo tuvo lugar en los baluartes de Santiago y del Calvario.

El gran atractivo turístico de Peñíscola es, sin duda, su castillo, donde además de historia y arquitectura los visitantes encuentran una amplia oferta de actividades culturales durante todo el año. Algunas de ellas, como el conocido Festival de Música Antigua y Barroca generan por sí mismos un gran número de turistas.

El castillo de Peñíscola destaca tanto por la variedad de su oferta cultural, en la que podemos encontrar 20 exposiciones temporales, conciertos, espectáculos de danza y teatro, como por su originalidad, pues de marzo a noviembre se puede asistir, en los jardines del castillo, a una exhibición de vuelo de aves rapaces.

A lo largo del valle del Vinalopó se suceden imprtantes castillos: Biar, Sax, Elda, Petrer, Novelda o Villena, crecieron a la sombra de sus impotentes fortificaciones. Es en ésta última, en Villena, donde actualmente se está llevando a cabo, desde hace un mes, la tercera fase de restauración de la fortaleza. Esta intervención está encaminada a paliar el deterioro del monumento, pero también a mejorar su accesibilidad y a ampliar las zonas visitables del monumento, puesto que en Villena, además de las habituales visitas guiadas que descubren cada rincón de la fortaleza, se hacen desde hace varios años, visitas teatralizadas por el casco antiguo y el castillo.